Moto GP

"El problema de los japoneses es que se han olvidado de hacer motos de carreras"

Marc Márquez, de 30 años y ocho veces campeón del mundo, decidió renunciar ayer al GP de Alemania tras sufrir cinco caídas en tres días y poner en riesgo, de nuevo, su físico al verse obligado a pilotar una moto muy inferior al resto de la parrilla de MotoGP

El piloto español Marc Márquez.

El piloto español Marc Márquez. / Emilio Pérez de Rozas

Emilio Pérez de Rozas

Es así de simple, ni más ni menos y sin exagerar, por supuesto. Es como si el Barça o el Real Madrid estuviesen en puestos de descensos, después de no haber empatado ni ganado a nadie durante media Liga. Repito, es eso. Es como si dos de los equipos más galardonados de la historia del fútbol tuviesen 19 partidos para tratar de salvar el pellejo y no seguir haciendo el más estrepitoso de los ridículos. Un ridículo sin precedentes. Así está Honda, la firma más laureada, en el Mundial de MotoGP. Última en todas las clasificaciones del campeonato.

Y, de momento, sin explicación alguna. Bueno, sí, una explicación, anónima, por supuesto, en boca de uno de los máximos responsables del equipo oficial Repsol Honda, hasta hace un par de años, la envidia del ‘paddock’: “La explicación es muy sencilla: a los japoneses se les ha olvidado hacer motos de carreras. Es más, han dejado de interesarles las motos de carreras. Les da absolutamente igual lo que nos pase. Puede que la decisión tomada ayer por Marc (Márquez), renunciando a correr en Sachsenring, ¡Sachsenring, su reino, donde ha ganado las 11 veces que ha corrido!, les despierte de su letargo. Puede, aunque lo dudo”.

¿La pandemia, culpable?

Hay quien dice que a los departamentos de competición de las fábricas japonesas les afectó seriamente la pandemia porque, mientras en Europa seguían, más o menos, trabajando en los proyectos, en el desarrollo de sus motos, en Japón enviaron a todos sus ingenieros a casa. Eso dicen, pero lo cierto es que Suzuki abandonó el Mundial, sorprendentemente, sin aviso, tras ser campeona del mundo con el mallorquín Joan Mir; Yamaha está tan metida en el fango como Honda y la firma alada está siendo vapuleada, humillada, por las tres marcas europeas, Ducati, Aprilia y KTM, que le han pasado la mano por la cara con su ingenio.

El equipo Repsol Honda es el último de la clasificación de escuderias. Honda es la penúltima en la tabla de fabricantes del Mundial de MotoGP. La primera Honda en el Mundial de pilotos es la de  Àlex Rins, lesionado, en la 13ª posición. El japonés Takaaki Nakagami, el único piloto de Honda que corrió ayer en Sachsenring, acabó el 14º entre 17 pilotos. El papel de la fábrica alada es el peor de su historia y nada ni nadie hace pensar que mejorará durante la segunda parte del Mundial.

A la izquierda, Tetsuhiro Kuwata, jefe del proyecto Honda MotoGP, junto a Ken Kawauchi, íngeniero campeón con Suzuki y ahora en el 'team' Repsol Honda.

A la izquierda, Tetsuhiro Kuwata, jefe del proyecto Honda MotoGP, junto a Ken Kawauchi, íngeniero campeón con Suzuki y ahora en el 'team' Repsol Honda. / Emilio Pérez de Rozas

“Tenemos un test para probar cosas, en Misano, tras el gran premio, pero si estuviesen preparando alguna bomba, bueno, ni eso, algo especial, simplemente nuevo, ya lo sabríamos y no, no tienen nada que ofrecernos”, siguió comentando el miembro del equipo que empieza a ser, no ya la preocupación del ‘paddock’, sino fruto de ‘memes’ y chistes continuos.

Márquez, que el sábado, tras una de sus impresionantes ‘salvadas’, dedicó una peineta al momento, un gesto de rabia y repulsa a la vez, decidió tomarse ayer unos días de respiro, para calmarse y analizar la situación con su equipo personal, que ya ha empezado a desmenuzar su contrato con Honda, que concluye a finales del 2024, para ver si encuentra una vía de escapatoria a final de año.

Los fabricantes europeos, Ducati, Aprilia y KTM, le han pasado la mano por la cara a los japoneses apoyándose, entre otras cosas, en la tecnología de la F-1

Tras decir, el sábado, que él no podía derrotarse “porque si se derrota el piloto, se derrota el equipo”, ayer reconoció tras comprobar en carne viva con cinco tremendas caídas, en su circuito predilecto, que su moto es un desastre, que no estaba listo para correr. “Si Marc no vuela en Sachsenring, es que la moto es una porqueria”, señaló una de las tres personas que no se separan ni un metro ni un segundo del ocho veces campeón del mundo.

Hay que cree que habrá un antes y un después a Sachsenring. Dicen que el plante de Márquez abrirá los ojos al staff japonés de HRC, el departamento de competición de Honda. Muchos, en el equipo oficial, no lo creen “por la sencilla razón de que son gente muy prepotente, altiva y que no quiere ni consejos ni ayuda externa, ni mucho menos fichar a ingenieros y técnicos europeos, que les ayuden a salir del bache”, insisten desde dentro del equipo oficial. “Ellos quieren hacerlo todo a su estilo. El problema es que, metódica y tecnológicamente, Ducati, Aprilia y KTM, que han recurrido, incluso, a ingenieros y sistemas de trabajo de la F-1, están muchísimo más avanzados que ellos”.

Puig, desesperado

Un componente del equipo Repsol Honda, que hace unos meses abandonó el equipo, defiende el papel, duro, crítico, desesperante, que juega Alberto Puig, Team Manager del equipo Repsol Honda, que se ha pasado los últimos años ofreciendo a sus jefes japoneses todo tipo de soluciones y, por supuesto, al conocer como nadie el ‘paddock’, ha llegado a poner en bandeja de la cúspide japonesa a los mejores ingenieros aerodinámicos y gurús del ‘paddock’, muchos de ellos, lógicamente, procedentes de Ducati, pero los jefes japoneses se han tirado atrás en el último momento. “Para ellos sería un insulto, una humillación, que un italiano, un español, un inglés, un austriaco o un alemán les enseñase a hacer una moto ganadora”.

Àlex Rins logró, este año, en Austin (Texas, EEUU), la primera y única victoria de Honda en el 2023.

Àlex Rins logró, este año, en Austin (Texas, EEUU), la primera y única victoria de Honda en el 2023. / Alejandro Ceresuela

La situación de Honda, su crisis tan profunda, podría provocar que se planteasen, como ya hizo Suzuki, abandonar el Mundial, de repente. Nakagami ya es casi un expiloto, Àlex Rins está con la tibia y el peroné izquierdo roto; Joan Mir, lesionado, y Marc Márquez, desesperado. Nadie quiere pilotar una moto tan peligrosa, tan loca, tan traidora. Nadie quiere hacerse daño. O más daño. Y, sin moto, es imposible fichar a nadie. El murciano Pedro Acosta es una perita en dulce, pero no irá a Honda ni por todo el oro del mundo. De modo y manera que sin Márquez, probablemente en el 2024 y, seguro, en el 2025, Honda podría renunciar a MotoGP.

Salvar al soldado Márquez

E, insisto, dada la actitud de Suzuki y Yamaha, cuya moto es otro desastre (“es difícil confiar en el futuro cuando, ahora, estas peleando por los puestos de atrás”, señaló el campeón Fabio Quartararo), a nadie le extrañaría que Honda se fuese. Sería, sin duda, un golpe durísimo para el campeonato, cuyos responsables, al igual que los abogados y nuevo manager de Márquez, Jimmy Martínez, están, en estos momentos, tratando de encontrar una solución a la crisis alada.

Una solución sería ayudar a MM93 a huir de Honda y acomodarlo en algún equipo de KTM o, incluso, entregarle una plaza de la parrilla de MotoGP para que el piloto de Cervera se montase, como ha hecho Valentino Rossi, su propia estructura o, por otro lado, exigir a la cúspide de Japón que se ponga manos a la obra para diseñar y construir una moto totalmente nueva para el 2024, animándoles a ello concediéndoles, incluso, la posibilidad de que prueben y utilicen cuantos test quieran (se llama concesiones) para desarrollar su nueva moto.

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