Ascenso Eldense | «El día más feliz de mi vida»

Elda celebra en la calle durante toda la noche un ascenso que se había resistido más de 60 años después de vivir con pasión un partido interminable en el que la Plaza de la Ficia y el Nuevo Pepico Amat padecieron sin dejar nunca de animar

Los jugadores se abrazan con su entrenador, Fernando Estévez, en la celebración del vestuario.

Los jugadores se abrazan con su entrenador, Fernando Estévez, en la celebración del vestuario. / Áxel Álvarez

Pedro Rojas

Pedro Rojas

Delirio inextinguible, furor, pasión desatada, explosión de júbilo, de amor a un escudo, a un equipo de fútbol, a una plantilla y una manera de interpretar el juego que se ha demostrado imbatible en el Nuevo Pepico Amat. La invasión de campo y la eclosión festiva en la Plaza de la Ficia tras escucharse, a duras penas, los tres pitidos seguidos que deja para la historia el colegiado, borraron de la memoria lo que minutos pudo ser el anticipo de una tragedia cuando el joven árbitro astur se inventó un penalti que a punto estuvo de arruinar la fiesta.

No pudo. La fe de las casi 4.100 almas presentes en el estadio y los millares de deportivistas repartidos por los bares y en torno a la pantalla gigante frente al Museo del Calzado, no dejaron caer al equipo de Fernando Estévez, que, en el día más grande de su universo contemporáneo tuvo que remontar un 0-2 de inicio y un tanto en la prórroga que olía a podrido.

El empuje, los gritos incesantes, los cánticos corales durante los 130 minutos que duró el encuentro, todo contribuyó a cincelar un logro mayúsculo, el de situar al Medio Vinalopó en el selecto club que conforman los 42 equipos que compiten dentro del fútbol profesional. Cuando el ovetense Miguel González Díaz anunció el desenlace con su silbato, Elda bullía, ardía en pulsiones inéditas que dejaron un reguero de lágrimas felices. «Es el día más feliz de mi vida», gritaba un padre a su hijo mientras le levantaba en brazos como un trofeo.

Los aficionados mantean a los jugadores del Eldense al final del encuentro con el Castilla.

Los aficionados mantean a los jugadores del Eldense al final del encuentro con el Castilla. / Áxel Álvarez

Seguramente ese niño destacado sobre la muchedumbre no recordará nada en el futuro, pero lo que vivió se quedará grabado para siempre en una localidad que ha gozado de tres ascensos consecutivos y lo ha hecho sin dejar de creer, sobreponiéndose a todo, arropando cuando hacía más frío. Elda llega por el camino largo a la Segunda División, pero sin ver perder ni una sola vez a los suyos en su estadio, ninguna otra afición en Alicante puede presumir de lo mismo.

Un equipo de récord: tercer ascenso consecutivo

El ascenso a Segunda División del CD Eldense confirma el regreso a la élite del equipo decano de la provincia, fundado en 1921, antes que Elche o Hércules, que son quienes ostentan con mayor número de temporadas en Primera. El Deportivo vuelve a una categoría en la que no milita desde hace sesenta años.

Con Pascual Pérez como presidente, los azulgranas han encadenado tres ascensos consecutivos. En la temporada 2020-2021 logró salir de Tercera en plena pandemia. Hace un año también dio el salto a Primera RFEF tras superar dos rondas en la promoción (Real Sociedad C y Sestao River). La consumada anoche es la tercera gesta deportiva de un club que no se pone límites.