En la élite de la vela mundial

Alicante acoge desde mañana y hasta el 29 de este mes del julio el Campeonato del Mundo de Vela de la clase 420. En total se espera la llegada a las instalaciones del Real Club de Regatas de Alicante en La Cantera de más de 800 personas entre regatistas, entrenadores y técnicos, procedentes de 35 países, desde Australia a Estados Unidos, y entre ellos un alicantino, Miguel Campos, que a sus 18 años ya lleva una larga trayectoria de competiciones.

Miguel Campos, que viene de una familia de regatistas, empezó a navegar cuando sólo tenía 7 años en la clase infantil Optimist y desde entonces no se ha bajado del barco. Esta es su tercera temporada compitiendo en vela ligera, compaginando las clases 29er y 420, junto con su compañero, el valenciano Pablo Moreno. Aunque reconoce que «esta última temporada nos hemos centrado mucho más en el 420.Hemos hecho el circuito autonómico y la Copa y el Campeonato de España. Finalmente, hemos conseguido estar en el Mundial. Un reto importante, ya que el nivel es muy alto».

Este joven regatista es muy consciente de la importancia de los apoyos que están recibiendo el y su compañero, «por una parte se encuentra el Real Club de Regatas de Alicante, mi club de toda la vida, que desde siempre ha creído en mi y me ha respaldado. Y también se encuentra la empresa Seadek, que nos está patrocinando y gracias a ellos llegamos a este Mundial con material renovado, como es el caso de las velas».

En este sentido, su entrenador, José Manuel Ruiz, destaca el buen nivel con el que llegan al Mundial el tandem Campos-Moreno, el primero como patrón y el segundo como tripulante. «Y un punto fuerte y muy a su favor, es que compiten en casa. Un campo de regatas que se conocen a la perfección. Si juegan sus cartas pueden hacer un muy buen papel en este Mundial».

Llegar a competir en un Mundial no es nada fácil. Años de entrenamientos y competiciones y aún así no todos lo consiguen, ni mucho menos. Por eso cuando por fin se logra es una gran alegría y también una enorme responsabilidad. Y sino que se lo pregunten a Miguel Campos que ha logrado clasificarse para este Campeonato del Mundo. Y en este caso la responsabilidad y el orgullo son aún mayores, ya que compiten en casa.

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La clase 420 está considerada como una de las «canteras de la vela olímpica». Y Miguel Campos no es ajeno a la ilusión de la gran mayoría de los deportistas que estos días van a competir en aguas de Alicante. «Mi ilusión es poder llegar a hacer una campaña olímpica. A París ya no llegamos, puesto que son al año que viene, pero Los Ángeles 2028, podemos empezar a prepararlos». Y para ello, el siguiente paso será dar el salto a la clase olímpica de 470. «El objetivo para la próxima temporada es seguir navegando con el 420, pero ya empezar a tomar contacto con el 470».

En estos momentos, las instalaciones del Club de Regatas en La Cantera ya son un hervidero de actividad. Puesto que desde hace días ya han empezado a llegar los equipos, a los que podemos ver en la bahía realizando entrenamientos y conociendo las condiciones del campo de regatas, en el que a partir de la semana que viene se van a medir las tripulaciones.

Tiempo récord en la organización del evento

El Real Club de Regatas de Alicante (RCRA) ha hecho un gran esfuerzo para poder albergar este Campeonato del Mundo, que en un principio iba a tener lugar en el club turco Goztepe Yelken Kulub, que tuvo que renunciar a llevarlo a cabo a causa al terremoto en Turquía y Siria.

Es por ello que la clase 420 buscó varias alternativas a cuatro meses vista del evento y el Real Club de Regatas de Alicante fue el que presentó la propuesta más atractiva, y sobre todo se comprometió a mantenerlo en las fechas previstas del 21 al 29 de julio. En este sentido, Nuria Sánchez, directora de Proyectos y Estrategias del RCRA , explicaba que «por un lado, nos presentamos porque desde el club creímos que debíamos tender la mano y mostrar toda nuestra colaboración y solidaridad con los afectados por el terremoto y por otro, porque además de ayudar a un país que lo necesitaba y a una clase internacional que precisaba de una sede, era una gran oportunidad para el club que se encuentra en un momento de cambio y de instaurar justamente la categoría 420 en los jóvenes».

Además, indicaba que «para nosotros acoger este evento supone, por un lado un compromiso importante con este club histórico y centenario, y por el otro con el deporte de la vela de forma local, federativa, nacional e internacional. Es un paso importante en el plan del club que está dando pasos de calidad deportivo y social, involucrándose cada vez más con grandes retos».