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El Barça escapa a un viacrucis frente a Las Palmas

João Félix, con una maravillosa asistencia a Raphinha, permite el triunfo azulgrana frente a un rival que aspiró al empate hasta el final pese a jugar más de una hora en inferioridad

Francisco Cabezas

En Sábado Santo, que es cuando hay que creerse la resurrección y prepararse para ella, el Barça se ganó el derecho a seguir viviendo en la Liga. Para ello tuvo que escapar a un viacrucis climático y deportivo. Y también recurrir a una bella y destructiva maniobra de João Félix, asistente a la cabeza de Raphinha, para tumbar a una Unión Deportiva Las Palmas que aspiró al empate hasta el final pese a jugar en inferioridad más de una hora.

Xavi, desde su salita de castigo, quiso demostrar desde la alineación que ya no hay partido de entreguerras que valga ni lugar para la prudencia. Por mucho que tipos como Lewandowski llegaran a la borrascosa noche de Montjuïc después de dejarse el alma y los pies con Polonia (210 minutos) o Lamine Yamal sólo tuviera un respiro con España para ser ovacionado en el Bernabéu. Vitor Roque, pues, no abandonó su papel de reservista y João Félix regresó al banco pese a su revolución con un manojo de claveles en el Metropolitano. Sólo quedó fuera Araujo para que Iñigo Martínez hiciera pareja con un Cubarsí tantas veces cerebro del juego de construcción y que continúa preparándose para su duelo con Mbappé en la Champions.

Falta de frescura

Uno de los que más notó la falta de frescura fue Lewandowski, pese a que no siempre tuviera él la culpa [remate con el hombro pegado a la chepa al larguero o control atribulado en un mano a mano] en los episodios que hubieran dado ventaja.

Mateo Busquets Ferrer, el sufrido árbitro, estuvo más pendiente de lo que le pudieran decir desde el VAR a arbitrar con sentido común. Para muestra, el gol anulado a Raphinha a los 20 minutos. Fermín había dirigido un pase a Lewandowski mientras Raphinha, a lo lejos, estaba en fuera de juego. El VAR interpretó que la pelota iba para él. Lewandowski y Coco, entretanto, se disputaron el balón, tocando el defensa hasta dos veces la pelota. La acción continuó hasta que Raphinha marcó. Los jueces invalidaron el tanto.

Mucho más claro fue el tanto que le anularon al ariete polaco justo al amanecer, con un fuera de juego que no requirió de esas interpretaciones que han convertido el fútbol en un ejercicio visual incomprensible.

Viento y lluvia

Con el viento azotando con saña y arrastrando la lluvia a los ojos de los futbolistas, el partido sufrió otro brusco cambio. La valentía de Pimienta, siempre encomiable en una disciplina que requiere del espectáculo, conlleva también riesgos. El portero Álvaro Valles salía cada vez más lejos del área. Y hasta la estepa salió el meta en busca de Raphinha, al que se llevó por delante cuando el brasileño oteaba una pasarela hacia el paraíso desplegada por Sergi Roberto. El árbitro se mostró firme con la expulsión del portero.

Pimienta reaccionó sacando del partido a Munir y ordenando a sus futbolistas que se pusieran a defender con todo. A la espera, eso sí, de que apareciera la buenaventura en alguna jugada episódica. Pudo llegar con un libre directo de Coco. 

Òscar Hernández, en su papel de capataz interino, trataba de decirle a Gündogan que se arrimara al área rival. Aunque quizá hiciera más falta que invitara a sus jugadores a que atendieran a Lamine Yamal, que abría los brazos. Harto.

Pero pocos se desenvuelven mejor en los embudos que los jugadores que no necesiten correr para crear. João Félix dejó el banco y abrió en canal a la defensa antes de que Raphinha, tras cabecear a gol con una vaselina, le besara el cuello como agradecimiento. 

"Cuando el hombre se ve acorralado, desesperado o aislado, recurre al instinto de supervivencia", dejó escrito la naturista Delia Owens en 'La chica salvaje'. No queda otra. João Félix, que acabó reviviendo demonios en el larguero cuando nada le impedía marcar y sentenciar, sólo sabe sobrevivir así: con ese hipnótico tremendismo que tanto se adapta a este Barça. Porque Moleiro pudo empatar para Las Palmas en el ocaso. Al menos, ya no llovía.

Ficha técnica

1 - FC Barcelona: Ter Stegen; Kounde, Cubarsí, Iñigo Martínez, Cancelo; Sergi Roberto (Romeu, min.81), Gündogan, Fermín (Joao Félix, min.56); Lamine Yamal (Ferran, min.71), Raphinha y Lewandowski (Vitor Roque, min.81).

0 - UD Las Palmas: Álvaro Valles; Álex Suárez, Coco, Mika Mármol, Sergi Cardona (Marc Cardona, min.78); Marvin, Javi Muñoz (Campaña, min.71), Loiodice (Moleiro, min.71), Kirian, Munir (Aarón, min.28); y Sandro (Benito, min.78).

Gol: 1-0: Raphinha, min.59.

Árbitro: Busquets Ferrer (Comité balear). Mostró tarjeta amarilla a Sergi Cardona (min.14), Gündogan (min.51), Sergi Roberto (min.63), Íñigo Martínez (min.64), Lewandowski (min.81) y Cancelo (min.88) y expulsó con roja directa a Álvaro Valles (min.24).

Incidencias: Partido de la jornada 30 de LaLiga EA Sports disputado en el Estadio Olímpico Lluís Companys de Barcelona ante 46.788 espectadores. Antes del pitido inicial, se guardó un minuto de silencio en memoria del exjugador del Barcelona Francisco López López.