Esta noche ha entrevistado mansamente a Sánchez una periodista con fama de interrogadora del Mossad a la que sólo faltaron la cofia y las escarapelas del Ejército de Salvación. Prescindamos de que la tesis doctoral de Sánchez sea un refrito de textos ajenos en cuya elaboración fue auxiliado o una investigación original publicada posteriormente con capítulos añadidos por un segundo autor. Lo incontrovertible es que Sánchez necesitó un año para investigar una bibliografía con ciento cincuenta referencias y redactar las trescientas páginas de la tesis, una proeza que empequeñece la de Casado cuando engulló las últimas asignaturas de la carrera como un tiburón con toga. En el debate de la moción de censura, Sánchez enfrentó la terquedad de un Rajoy deshonrado por la sentencia de Gürtel a la dimisión del ministro alemán zu Guttenberg por haber plagiado el 20% de su tesis doctoral. Habría que condecorar al asesor que recomendó este ejemplo. Los cálculos más benévolos indican que el presidente plagió el 14% (el periódico que ha intentado cuadrar el círculo protector ahora menciona con letra diminuta un 21%). Según las reglas del juego que él mismo inventó, Sánchez debería dimitir. O seguir ridiculizándose negando la evidencia.
18 martes
Ha sido tan ocurrente como preciso Rafael Simancas, portavoz del PSOE, al comparar la boda de la hija de Aznar con la de «El Padrino» por el número de delincuentes que asistieron a ambas. El expresidente comparecía para ser interrogado por la financiación del PP, lo que garantizaba que se hablaría de cualquier otra cosa con un profuso aliño de lenguaje tabernario y alusiones impropias de un convento de ursulinas. En este campo, la circunspección de Simancas no puede competir con el desparpajo macarra de Iglesias o la hiel destilada en una masía de Rufián. Ahora bien, si alguien ofende a Don Corleone corre el riesgo de que le fracturen las piernas. Sobrecogía la frialdad condescendiente con que Aznar encajaba exabruptos y la saña brutal de sus réplicas que transformaban lenta pero inexorablemente una encerrona póstuma por financiación ilegal en una reprobación burlona del Arca de Noé que sostiene al Gobierno. La cruel pirueta del destino es que Rajoy ha expiado por cuenta de Aznar la fotografía de las Azores y la corrupción del PP: la primera le hizo perder unas elecciones y la segunda, la Moncloa.
19 miércoles
Imagino al chambelán del jeque saudí notificándole que los españoles preguntan educadamente si le molestaría no recibir ciertas bombas que compró hace unos años. El jeque suspira mirando a La Meca y responde que a los españoles tampoco les importará entonces que rechace las corbetas incluidas en la cesta de la compra. Conocido en España este barullo comercial y ético, los trabajadores de los astilleros exhiben ruidosamente su inquietud y el Gobierno garantiza al jeque que tendrá corbetas y bombas, aunque agradecería que se comprometiera públicamente a no utilizarlas contra los rebeldes yemeníes, una de las debilidades sentimentales del vicepresidente parlamentario Pablo Iglesias. El jeque suspira por segunda vez y murmura en perfecto árabe que lo que haga con sus bombas y corbetas sólo compete a Alá. En Moncloa traducen que las bombas prácticamente son incapaces de explotar; en cuanto a las corbetas, pertenecen a la última generación de naves de recreo militarizado. Y así Sánchez salva su conciencia y el fardo de petrodólares con otra rectificación («reflexiones» en argot sanchista desde que comenzaron a proliferar).
20 jueves
Algunas voces escandalizadas están remontándose a las Cortes de los Reyes Católicos cuando denuncian la argucia maquinada por el Gobierno para suprimir el previsible veto del Senado a los Presupuestos. Consiste en introducir una enmienda a la ley de estabilidad presupuestaria durante de la tramitación de otra con las que no guarda ninguna relación, un asunto farragoso que haría bostezar a los Reyes Católicos pero que todos los Gobiernos han venido utilizando con variedad chispeante: se usó la ley de segunda oportunidad para modificar la del juego o la de reforma del sector público para cambiar la de técnicas de reproducción asistida. El factor cualitativo que explica la indignación actual por una triquiñuela archisabida no es la trascendencia de cualquier proyecto de ley de presupuestos como aducen PP y Ciudadanos (Rajoy tuvo que prorrogarlos y no se abrieron las aguas), sino la obviedad de que Sánchez tendría que convocar elecciones si no consigue sacar adelante unos presupuestos que contenten a sus socios. Tanto monta, pero no monta tanto.
21 viernes
Con letra de tango profetiza Borrell el epílogo catalán: «Llevará dos décadas si tenemos éxito». Borrell piensa idílicamente en los bebés que hoy gatean y dentro de veinte años habrán adquirido una perspectiva civilizada; tal vez también en que para entonces los delitos habrán prescrito, las condenas habrán sido cumplidas y en Waterloo sólo quedarán rastrojos, una senyera desteñida colgada del balcón y un inquilino cascarrabias a quien nadie hace caso. Hace un año, la turba barcelonesa asaltó la «conselleria» donde una comisión judicial estaba realizando un registro; ayer, la turba regresó al lugar y la única diferencia apreciable fue que esta vez no había comisión judicial alguna. En términos de folclore épico, era la evocación de una gesta
