El presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, provocó ayer una decepción generalizada tanto en los mercados como en la eurozona: el esperado anuncio de un recorte de los tipos de interés se quedó tan sólo en una congelación para los próximos meses, un cambio que, aunque se antojaba corto, supone un giro radical en la política de control inflacionista instaurada por Trichet al frente del BCE.

El consejo de Gobierno del Banco Central Europeo optó por unanimidad por dejar en el 1,5 % los tipos de interés en la zona euro, con una inflación del 2,5 %, cuando en el Reino Unido, el Banco de Inglaterra anunció también ayer que dejaba su tasa de interés en el 0,5 %, un punto menos, pese a que la inflación se encuentra en el 4,4 %.

Trichet, en la rueda de prensa posterior a la reunión del consejo, insistió en que el principal mandamiento del Banco Central Europeo es el de contener la inflación, y justificó el mantenimiento de los tipos en que "los riesgos para la estabilidad de precios están equilibrados".

También reclamó, en tono molesto por las críticas de algunos sectores políticos germanos -por la compra de deuda de España e Italia de las últimas semanas- "las felicitaciones para una institución que ha proporcionado estabilidad de precios en Alemania durante casi trece años". "En la peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial hemos mantenido la confianza en la divisa" añadió Trichet.

Por otra parte, el presidente del BCE alertó ayer sobre la "elevada incertidumbre" sobre la economía de la zona del euro u el riesgo de que se produzca un mayor debilitamiento económico., a la vez que se sumó a la lista de instituciones que han rebajado las previsiones de crecimiento. "En los países que comparten el euro -dijo- se ha ralentizado por la moderación del ritmo de crecimiento global, la caída del precio de las acciones y la desconfianza empresarial, así como los efectos desfavorables que resultan de las tensiones en algunos mercados de deuda soberana del área euro"

Trichet pidió por ello a los gobiernos de Italia y España que cumplan con sus compromisos de las reformas que tienen en marcha. Respecto a los pronósticos sobre el crecimiento en la zona euro, lo sitúa en una media del 1,6 % en 2011, frente al 1,9 % que fijó hace tres meses. Para el 2012, sitúa ahora el crecimiento en el 1,3 %, frente al 1,7 % anunciado en junio.

Salgado reconoce que España podría crecer por debajo del 1,3 %

La vicepresidenta del Gobierno y ministra de Economía, Elena Salgado, reconoció ayer que "no sería descabellado pensar" en un menor crecimiento de la economía española para 2011, por debajo del 1,3 % estimado por el Ejecutivo, debido a la actual desaceleración económica mundial. Salgado avanzó que "evidentemente" una disminución en el avance de la economía en general "va a afectar a todas las economías y a la economía española también", aunque puntualizó que afectaría "ligeramente" No obstante, la vicepresidenta avanzó que el Gobierno no revisará la cifra que registra el cuadro macroeconómico porque éste sólo se cambia cuando se presenta el techo de gasto o los Presupuestos Generales del Estado. Salgado, además, calificó de "decepcionantes" el discurso del presidente del Banco Central Europeo (BCE) y el de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que han revisado a la baja los cálculos de crecimiento para Europa y para el G7. efemadrid