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El juez liquida Riviera Gestión sin que los afectados hayan podido recuperar su dinero

La Audiencia Nacional continúa la investigación por la supuesta macroestafa cometida por el grupo

El juez liquida Riviera Gestión sin que los afectados hayan podido recuperar su dinerodavid revenga

Ocho años después de que el escándalo saliera a la luz, el juzgado de lo Mercantil número 1 de Alicante acaba de dar por liquidada la mercantil Riviera Coast Gestión, una de las compañías con las que, supuestamente, el empresario de Benidorm Roch Tabarot protagonizó una de las mayores estafas que se recuerdan en la provincia por número de afectados. Y lo hace sin que la mayoría de ellos -unos 700, según la asociación de perjudicados- haya podido recuperar el dinero que la mercantil les debía por los alquileres impagados de sus apartamentos, según confirmaron a este diario fuentes de la administración concursal.

Tabarot aprovechó los años del «boom» para poner en marcha una imaginativa forma de negocio basada en la construcción de residencias para estudiantes y para la tercera edad, que vendía despiezadas en apartamentos a pequeños inversores con la promesa de garantizarles un 6% de rentabilidad anual, si cedían sus gestión a otra compañía del grupo. Así, la promotora Riviera Coast Invest era la encargada de la comercialización, mientras que Riviera Coast Gestión se ocupaba de poner en alquiler los inmuebles para pagar las rentas prometidas.

El éxito fue rotundo y llegó a colocar 1.095 habitaciones, ante la atractiva rentabilidad que ofrecía la propuesta. Sin embargo, el problema fue que los apartamentos se vendieron mucho más rápido de lo que pudieron acabarse y, por tanto, ponerse en explotación. Así, según la asociación de perjudicados, en 2008 la compañía debía pagar a los compradores los intereses prometidos de unas 900 habitaciones cuando sólo se podían alquilar unas 350 porque el resto no estaba finalizado. En realidad, de acuerdo con las mismas fuentes, lo que supuestamente se hacía era transferir dinero de las ventas para pagar los intereses prometidos y simular que todo funcionaba correctamente.

Hasta que se agotaron todas las habitaciones que estaba previsto construir y, por tanto, los fondos dejaron de llegar y empezaron los impagos. La mayoría de los afectados había acumulado más de seis meses de retraso cuando estalló el caso y la policía acabó deteniendo a Tabarot en el momento en que se dirigía a coger un jet privado hacia Marruecos, donde quería repetir el negocio.

El dinero de estos alquileres impagados ya será imposible de recuperar porque la firma que los debe -Riviera Gestión- carecía casi de patrimonio y lo que pudo obtenerse durante el concurso se ha destinado a pagar los créditos contra la masa (nóminas de los trabajadores, Seguridad Social, etc). El juzgado dictaminó que se había tratado de un concurso culpable -cuando los administradores tienen responsabilidad en lo ocurrido y deben responder con sus propios bienes- pero no sirvió de nada porque Roch Tabarot se declaró insolvente.

Hipotecas sin cancelar

Mucho peor aún lo tienen los compradores que, además de estos impagos de los alquileres prometidos, descubrieron que la promotora del grupo no había cancelado la hipoteca que pesaba sobre el apartamento tras venderlo. Así, estos inversores ni siquiera tienen garantizada la propiedad del inmueble que compraron ya que el banco les reclama las letras que la firma dejó de pagar. Al igual que la anterior, también esta sociedad del grupo de Tabarot -Riviera Coast Invest- se declaró en concurso, aunque en este caso el proceso todavía sigue en marcha ya que esta firma sí tenía algunas propiedades que aún no se han podido vender.

Además, también sigue en marcha la causa penal abierta por la Audiencia Nacional y en la que se investiga al empresario afincado en Benidorm por estafa, apropiación indebida e insolvencia punible.

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