La aparente recuperación que se empieza a percibir en la situación económica todavía no se ha trasladado a los salarios de los trabajadores y todo apunta a que seguirá siendo así mientras el actual nivel de paro no se reduzca sustancialmente o la inflación empiece a repuntar. De hecho, el recorte de los sueldos incluso se aceleró durante el primer trimestre de este año, tras la relativa mejora experimentada por este indicador en la segunda parte de 2013, y lo hizo aún con mayor fuerza en la Comunidad Valenciana, según la Encuesta de Coste Laboral que ayer difundió el Instituto Nacional de Estadística.
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De acuerdo con estos datos, entre enero y marzo el sueldo medio que las empresas abonaron a sus trabajadores en la autonomía se redujo un 1,4% en relación al mismo periodo de ejercicio pasado, una caída muy superior al retroceso del 0,2% experimentado a nivel nacional. Pero, además, mientras que en el conjunto del país este nuevo descenso llega tras un repunte del 2,5% en el último trimestre de 2013 -debido a la recuperación de la paga extra de los funcionarios-, en el caso de la Comunidad Valenciana ni siquiera se produjo ese pequeño respiro y los costes salariales encadenan ya dos años consecutivos de caídas ininterrumpidas.
Si nos retrotraemos al inicio de la crisis, el sueldo medio apenas ha crecido en la autonomía un 4% en los últimos seis años, desde enero de 2008, frente al 11,3% que lo ha hecho la inflación en el mismo tiempo, lo que arroja una pérdida de poder adquisitivo de más de siete puntos durante el citado periodo.
200 euros menos al mes
Si se compara con lo ocurrido en el resto del país, tan sólo en otras tres comunidades cayeron más los costes salariales durante el primer trimestre del año: Cataluña, donde el descenso fue del 1,9%; Asturias, con un -1,8%; y el País Vasco, con un -1,7%. La diferencia está en que en todas esta regiones la situación de partida es mejor ya que el sueldo medio es bastante más alto. En la Comunidad Valenciana, sin embargo, el salario medio bruto -antes de descontar los impuestos y las cotizaciones sociales a cargo del trabajador- es de 1.606 euros, 200 euros menos que la media nacional. En Madrid, la región donde más se paga, se alcanzan los 2.209 euros mensuales.
Por sectores de actividad, los recortes se concentraron en los servicios, mientras que la construcción cerró el trimestre en plano y la industria mejoró un 1,4% las retribuciones que abona a sus empleados. Éste sería uno de los motivos por los que la Comunidad se vio especialmente afectada por la caída de los costes salariales en el primer trimestre ya que «su estructura económica está muy volcada en el terciario», según explica el director de Análisis del Instituto de Estudios Económicos de Alicante (Ineca), Francisco Llopis.
El especialista también asegura que será difícil que los salarios empiecen a recuperarse mientras se mantengan los elevados niveles de paro actuales y siga habiendo tanta mano de obra disponible.
Los últimos datos sobre los convenios pactados en la provincia parecen sostener esta idea ya que el incremento medio establecido en los mismos es de apenas un 0,67%, según el Ministerio de Empleo.
Devaluación interna
Para los sindicatos, estos datos no son más que el resultado de la «devaluación interna» que promueve el Gobierno como salida de la crisis, «un modelo de competitividad de vía estrecha de muy negativo efecto sobre la calidad de vida de las familias» y difícilmente sostenible, según la secretaria de Empleo de UGT en l'Alacantí y la Marina, Yaissel Sánchez. Una opinión que comparte su homólogo en CC OO, José María Ruiz Olmos, quien también vincula estos resultados a las mayores facilidades que otorga la reforma laboral para los «descuelgues de convenio» y para la contratación a tiempo parcial, lo que también tiene su efecto en las estadísticas. Así, señala que el precio por hora de un trabajador a tiempo parcial resulta es cuatro euros inferior a lo que percibe otro a tiempo completo.
Tanto UGT, como CC OO ya han anunciado que no están dispuestos a renovar el acuerdo de moderación salarial que firmaron con la patronal y el Gobierno hace un par de años y que consideran que ha llegado el momento de plantearse subidas de salarios para repartir la mejora económica.
El profesor de Macroeconomía de la Universidad de Alicante Alfredo Masó cree, sin embargo, que el principal ajuste de los salarios ya se ha producido y que no cabe esperar nuevos descensos significativos. Eso sí, también sostiene que mientras la inflación siga en los niveles actuales, en el entorno del 0,5%, será difícil «que veamos incrementos significativos». Además, cree que un aumento de los costes salariales sería perjudicial porque frenaría la recuperación del empleo. «No tendría sentido que los que tienen trabajo cobraran más, lo que hay que conseguir para reactiva el consumo es conseguir que haya más gente trabajando aunque sea con salarios bajos», asegura el economista. De momento, esa parece la tendencia.