El economista Juan Iranzo se vio obligado ayer a abandonar su cargo como director general del Instituto de Estudios Económicos de Alicante (Ineca) tras verse salpicado por el escándalo de las tarjetas opacas de Caja Madrid, entidad de la que fue consejero entre los años 2010 y 2012. En este tiempo Iranzo llegó a gastar 46.800 euros con cargo a la extinta caja en supuestos gastos de representación que, según el desglose facilitado al juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu, incluían miles de euros en compras en supermercados, agencias de viaje, tiendas de lencería, discotecas o, incluso, en entradas de cine.
Aunque la versión oficial difundida ayer por el «lobby» alicantino es que Iranzo presentó la dimisión voluntariamente, todo apunta a que, en realidad, ésta fue forzada por los responsables de Ineca para evitar una situación más que incómoda. Sobre todo, si se tiene en cuenta que la organización es una de las que hace unos meses denunció públicamente que la corrupción estaba lastrando la salida de la crisis en la provincia.
No obstante, esta actitud contrasta con la de algunos de sus dirigentes que, tras conocer el pasado martes que Iranzo estaba entre los consejeros que habían utilizado las tarjetas opacas, defendieron que se dejara pasar el tiempo sin actuar, con la esperanza de que el escándalo se diluyera. No fue hasta ayer, después de que el también presidente del Colegio de Economistas de Madrid dimitiera del Consejo Económico y Social y de que este diario se interesara por conocer su futuro en Ineca, cuando se precipitó su marcha.
Sólo unas horas antes, la portavoz oficial de Ineca aseguraba que no se tomaría ninguna decisión hasta escuchar «las explicaciones» que tuviera que dar el economista «para respetar su presunción de inocencia». Según las mismas fuentes, a pesar del cargo que ostentaba, Juan Iranzo no recibía un sueldo fijo del «lobby» y sólo cobraba -una cantidad que la citada portavoz se negó a especificar- por cada conferencia que ofrecía durante las juntas generales y otras reuniones.
En cuanto al desglose de los gastos realizados por el también catedrático de Economía Aplicada con su tarjeta opaca de Caja Madrid, destacan los más de 9.000 euros que se dejó en el supermercado y la agencia de viajes de El Corte Inglés, a los que hay que sumar varios miles más en Hipercor.
También cargó 5.300 euros en compras en diversas joyerías madrileñas y nada menos que 8.000 euros en tiendas de moda de todo tipo, entre las que destacan las cadenas de lencería Women's Secret y Etam. Pero también utilizó la Visa para pagar en boutiques de moda masculina como Embassy o Angel Schlesser.
Llama la atención que asimismo utilizara la tarjeta de Caja Madrid para irse de copas por Madrid y cargó hasta 917 euros en discotecas como Snobissimo, Marmara, Navy o Gayarre. Iranzo llegó a pagar hasta entradas de cine.
