La entrada en vigor de normativas como MiFID II -que exige mayor asesoramiento y transparencia- , el desarrollo tecnológico, la agenda global sobre medioambiente, el entorno de tipos bajos… todos ellos son factores que están transformando la industria de gestión de activos y generando nuevas tendencias.

1) Asesoramiento

1) Asesoramiento

“Estamos en un entorno de tipos bajos que se va a prolongar en el tiempo”, apunta Jaime Martínez. “En este contexto, el activo sin riesgo no aporta rentabilidad. Es necesario asumir más riesgo y diversificar, y en este entorno es esencial el asesoramiento: acompañar al cliente en la toma de decisiones”.

2) La gestión indexada.

2) La gestión indexada.

Según Martínez, la gestión indexada va a ir a más porque contribuye a democratizar el acceso a la inversión al ser más barata. “La rentabilidad esperada es baja. Por eso el coste de cómo inviertes es más importante que nunca”, explica.

“Es importante invertir de una manera eficiente en términos de coste. Y eso supone un impulso a la gestión pasiva, pero también a la gestión activa, porque las carteras de ‘asset allocation’ se nutren de vehículos de gestión pasiva para ser más eficientes”.

3)Inversión socialmente responsable.

3)Inversión socialmente responsable.

“Quien más quien menos es consciente de la importancia de invertir con criterios medioambientales, sociales y de gobierno corporativo”, afirma “Tenemos que hacerlo, y como gestores tenemos capacidad de presión para que las empresas adopten políticas socialmente responsables. La sostenibilidad es para nosotros un tema estratégico”.

4) Economía conductual.

4) Economía conductual

La economía conductual o ‘behavioural economics’ es una disciplina que considera que existen sesgos emocionales y cognitivos que afectan a la toma de decisiones económicas o financieras.

“Estamos explorando el campo de la economía conductual para incentivar a los clientes a que tomen decisiones correctas”, explica Jaime Martínez. “Pero al mismo tiempo, lo hemos incorporado al proceso inversor, sistematizándolo al máximo para evitar tomar decisiones erróneas basadas en los sesgos cognitivos y emocionales que todos tenemos”.

5) La tecnología.

5) La tecnología.

En el campo de la gestión de activos, la disrupción tecnológica está jugando un doble papel. De un lado, está transformando la experiencia de cliente: están proliferando plataformas guían al cliente en la toma de decisiones y le dan acceso directo a la contratación de productos.

Del otro lado, la inteligencia artificial y el tratamiento de la información están revolucionando el proceso inversor. "La utilización y tratamiento de los datos es cada vez más importante en el proceso de toma de decisiones," explica Martínez.

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