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Laura Navarro es consciente de que la seguridad sanitaria es clave y no se mueve por la terminal sin llevar puesta la mascarilla.RAFA ARJONES

Laura Navarro: «Queremos incentivar 70.000 vuelos, pero la normalidad llegará cuando se pierda el miedo a viajar»

Laura Navarro dirige el aeropuerto de Alicante-Elche desde el 1 de noviembre de 2019 tras relevar a Tomás Melgar

P Siete meses como directora del aeropuerto y debe afrontar la crisis más grave de la historia de la terminal, ¿cómo lo lleva?

R Lo llevo con mucha responsabilidad y dedicación, no podía ser de otra manera y, afortunadamente, cuento con un equipo de personas plenamente entregado y comprometido con la recuperación de esta crisis. Estoy convencida de que juntos lo vamos a lograr.

P El recorte de la programación de las compañías y meses cerrado amenazan con llevar el tráfico al nivel del año 2000. ¿Cómo cree que serán los próximos seis meses?

RTras pasar tres meses con un tráfico residual, con un descenso de más del 99%, en los que la operativa carguera y los vuelos esenciales han compuesto el grueso de nuestra actividad, hemos tenido que acotar el edificio y adaptarlo a los pocos vuelos existentes, pero también nos hemos estado preparando para recuperar la actividad aérea con los nuevos parámetros de seguridad sanitaria que requiere esta crisis. El pasado domingo 21 iniciamos la remontada, pero la desescalada será de forma gradual y acorde a la recuperación de la oferta comercial de las compañías y el levantamiento de las restricciones de movilidad.

P ¿Es de las que piensa que si falla el turismo británico el aeropuerto se quedará como un aeropuerto medio, muy lejos del quinto puesto que ostentaba hasta el comienzo de la crisis del covid-19?

REl mercado británico representa un porcentaje importante de nuestro tráfico, pero no es el único. El mercado escandinavo en su conjunto, el holandés, alemán y belga, entre otros, también tienen un peso relevante. Por otra parte, una brusca caída del mercado británico afectaría a todos los aeropuertos.

P El coronavirus se va a llevar por delante a muchas compañías aéreas. ¿Afectará al aeropuerto que dirige?

RSin duda. Las compañías aéreas se han visto afectadas muy duramente por esta crisis y esto lógicamente también tiene consecuencias en la actividad aeroportuaria. Por ese motivo, Aena ha aprobado un incentivo diseñado para facilitar la programación de vuelos por parte de las líneas aéreas que se aplicará desde el 1 de julio hasta el 27 de marzo de 2021,cuando finaliza la temporada de invierno aeronáutica.

P ¿ En que se basan esos incentivos?

R Hasta ahora, los incentivos comerciales de Aena se basaban en la creación de nuevas rutas o en el incremento de pasajeros en conexiones ya existentes. Las nuevas bonificaciones se realizarán con independencia del número de pasajeros que las compañías consigan tener en esos vuelos. Para ello, se incentiva el porcentaje de recuperación de operaciones con respecto al mismo mes del año anterior que supere unos determinados umbrales. Los umbrales correspondientes a cada mes han sido determinados a partir de las previsiones de recuperación del tráfico realizado por distintos organismos internacionales (ACI Europa, IATA, OACI y Eurocontrol). Con respecto a esta previsión se fija un umbral inferior (la previsión menos cinco puntos porcentuales). y un umbral superior (la previsión más cinco puntos porcentuales).

P Matemática pura.

RCada compañía recibirá un descuento en la tarifa media mensual de aterrizaje para todas aquellas operaciones mensuales que superen los niveles fijados. Un 75% de descuento para el número de operaciones situado entre el umbral inferior y el umbral superior y100% de descuento, para el número de operaciones que supere el umbral superior. En el conjunto de Aena se incentivarán del orden de 70.000 vuelos hasta marzo 2021 con un coste de unos 25 millones euros, pero la normalidad no volverá hasta que los pasajeros pierdan el miedo a viajar.

P ¿Cuáles son las principales medidas de seguridad en marcha para que la terminal no se convierta en un foco de expansión del virus?

RAena ha puesto en marcha un Plan de Recuperación Operativa, articulado en línea con las recomendaciones de la CE y la Agencia Europea de Seguridad Aérea, en colaboración con el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades. Siguiendo las directrices de estos organismos hemos intensificado la limpieza e higienización de las instalaciones, se ha implementado señalización para marcar la distancia de seguridad con más de 1.000 pegatinas y huellas en el suelo, carteles, pantallas y avisos por megafonía, se han instalado cerca de 200 dispensadores de gel hidroalcohólico y más de 180 mamparas protectoras de metacrilato, la megafonía repite cada cinco minutos la obligación de llevar mascarilla y se han reorganizado flujos de pasajeros para evitar su cruce, entre otras actuaciones.

P ¿Suficiente?

REstas medidas pueden ampliarse. En cuanto a los controles sanitarios de llegadas, todos los pasajeros que proceden del extranjero pasan una inspección visual básica y un control de temperatura, que en el aeropuerto ya se ha automatizado con cámaras termográficas. Además, los viajeros deben entregar el Passenger Location Card (PLC), un registro para la localización del pasajero y en el que constan una serie de datos sanitarios que cumplimentan durante el vuelo. Contamos con un refuerzo de Cruz Roja, a través de un convenio de ésta con la Generalitat, que presta apoyo a Sanidad Exterior en estas labores. Además, el aeropuerto también cuenta con un apoyo extra de personal contratado para prestar servicio desde el pasado domingo 21 hasta el 1 de julio, momento en el que habrá un incremento en la dotación de recursos técnicos y humanos por parte de Aena para dar soporte a Sanidad Exterior.

P El covid-19 ha dejado las arcas del Estado bajo mínimos. ¿Afectará a las inversiones previstas en el aeropuerto?

RNo afectará en un sentido presupuestario, peores posible que algunas actuaciones se desplacen en el calendario y se hagan en 2021. Hay que tener en cuenta que algunas obras se paralizaron debido a los condicionantes del estado de alarma. Nuestras inversiones estaban ya comprometidas en el Documento de Regulación Aeroportuaria (DORA) por el que nos regimos.

«La megafonía recuerda cada 5 minutos la obligación de utilizar la mascarilla»

P ¿Qué tráfico piensa que va ser el más perjudicado?

REsto es muy complicado de prever, dependerá en buena parte de la evolución de la pandemia en toda Europa.

P ¿El miedo a viajar en general por el temor al covid puede afectar al tráfico aunque ya están abiertas las fronteras?

REsta crisis tiene un componente psicológico importante, por eso nuestra prioridad es incorporar todas las medidas que las autoridades sanitarias consideran necesarias y transmitir confianza al pasajero. Lo primero es que nos sintamos seguros viajando, la recuperación del tráfico tiene que hacerse en esas condiciones.

P ¿Espera colas este verano por la obligación de controlar a los pasajeros por si tienen síntomas covid?

REstamos trabajando para que no sea así. Los condicionantes sanitarios nos obligan a más controles, pero pensamos que la automatización de los procesos y la tecnología nos pueden ayudar. Un ejemplo son las cámaras termográficas que ya tenemos en marcha. Además Aena está desarrollando la digitalización del PLC. Las compañías aéreas también tienen automatizados algunos de sus procesos como la facturación.

P ¿Las cámaras termográficas lo solucionarán?

RLas cámaras termográficas permiten automatizar el proceso de toma de temperatura y funcionan muy bien, pero hay más cosas que se pueden hacer. Como decía anteriormente Aena trabaja en el desarrollo de una aplicación informática para automatizar el PLC y esto también supondrá agilizar este proceso.

P ¿El covid condena definitivamente la segunda pista?

RLa segunda pista está contemplada dentro del Plan Director del Aeropuerto. En este punto, hay que tener en cuenta que el plan no es instrumento para la planificación de inversiones, es un instrumento de planificación de naturaleza aeroportuaria, que define las grandes directrices de ordenación y reservas de espacio en función de un desarrollo máximo previsible del aeropuerto.

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