La de 2020 no ha sido una buena campaña para los productores de brevas de Albatera. La cosecha se ha reducido un 40% conforme a las previsiones iniciales y tan solo ha alcanzado los 600.000 kilos. Aunque la escasez de oferta en los mercados ha contribuido a mantener precios que, en término medio, se han situado un tanto por encima de lo habitual, el descenso de beneficios ha sido generalizado entre los agricultores.
El presidente de la Asociación de Productores Breva de Albatera, Manuel Serna, señala que el kilo de fruto de la variedad colar se ha estado vendiendo este año a una media de 2,5 euros. Se trata de un valor que, por lo general, al productor le parece «aceptable» y que supone alrededor de cincuenta céntimos más que en años anteriores. No obstante, no es un producto barato de manipular y requiere de un importante gasto en mano de obra. Las tareas de recolección, envasado y comercialización de brevas se llevan a cabo con sumo cuidado para no resquebrajar el fruto y ello implica la contratación de más personal que en otras variedades agrícolas. Es por ello que, aunque se vende a precios razonables, la ganancia final no es en realidad tan elevada.
La adversa climatología registrada en primavera, con precipitaciones por encima de lo normal, está detrás del descenso de producción esta temporada. La lluvia excesiva perjudicó la floración y ese es el principal factor que explica la reducción de cosecha, algo que ha incrementando un poco el precio, pero tampoco demasiado, según los productores.
«El hecho de que las cosechas sean flojas o normales no nos da armas a los agricultores para poder negociar precios más altos, sólo nos permite negociar con más rapidez. Aunque el precio pagado por kilo este año haya podido dejar un poco contento al agricultor, no tiene nada que ver con el que se fija después en las tiendas, con un precio sobredimensionado», subraya Serna.
Como en casi todos los productos del campo, el valor que las brevas alcanzan en el mercado experimenta grandes fluctuaciones con precios que se disparan al inicio de la campaña, que arranca a principios de junio, y que se estabilizan poco después, «porque se produce un tapón en el mercado y casi toda la cosecha sale a la vez, con lo que los precios caen y ya no se recuperan», prosigue el presidente del colectivo.
El municipio de Albatera es el principal productor de breva de España. La cooperativa Albafruits agrupa a buena parte de los agricultores, en torno a 120, y la mitad de la producción se destina al mercado nacional y la otra mitad a la exportación, según explica su presidente, Domingo Arce. El principal mercado internacional es el centroeuropeo, aunque también se registra demanda de países árabes.
Un millón de kilos
Acabada la campaña de la breva, ahora está comenzando la de la recolección del higo. Los dos frutos nacen de la misma higuera y la diferencia entre el primero y el segundo radica fundamentalmente en su tamaño, pues sus características nutricionales son prácticamente las mismas. Todo apunta a que este año se podrían producir hasta un millón de kilos de higos en Albatera, aunque el precio de venta es hasta un 60% más barato que el de las brevas.
Según indica Serna, la cosecha de higos de este 2020 podría llegar a ser más abundante de lo habitual, aunque vaticina que, como ocurre cada año, parte de la producción se acabará quedando en el árbol. Según indica, la temporada comienza con precios algo superiores al euro por kilo y después su valor se va reduciendo hasta el punto que al agricultor no le sale rentable. «Se recolecta desde mitad de julio hasta mitad de agosto, pero, si los precios caen y no acompañan, el agricultor no sigue recolectando. Se puede recoger el 50% ó el 60% de lo que cosecha el árbol, lo demás se pierde», asegura.
