Banco Sabadell está en el punto de mira de todos los inversores. Tras el anuncio de que CaixaBank y Bankia negocian una fusión para convertirse en el primer banco en España, todos los análisis señalan en la dirección de que el banco que preside Josep Oliu será el siguiente en protagonizar una alianza similar. Y es por ello por lo que desde el pasado día 3 de septiembre, tras el anuncio de la fusión entre CaixaBank y Bankia, ha acumulado una revalorización bursátil cercana al 20%.

Los inversores han olfateado la posibilidad de ganar dinero con el Sabadell, se han lanzado a comprar títulos en los últimos días y su valor por capitalización bursátil ha escalado en solo cinco días desde el entorno de los 1.800 millones a unos 2.168 millones.

Este martes, mientras la práctica totalidad de los valores del Ibex 35 se ponían en rojo, con una caída media del 1,5%, el banco catalán llegó a avanzar el 5%. Al final de la sesión, el Sabadell cerró con una ganancia del 1,37% que aún le hacía brillar dentro de un Ibex que acabó perdiendo el 1,78%, con todos los demás valores bancarios en negativos. También cerró con perdidas en su cotización el BBVA, quien figura en la mayoría de las quinielas como potencial pareja del Sabadell en una fusión. La cotización del banco que preside Carlos Torres llegó a subir ayer casi el 2%, si bien luego cerró con un descenso del 1,42%.

La fusión entre CaixaBank y Bankia dará pie a un nuevo mapa bancario español con tres grandes entidades en el país (CaixaBank, BBVA y Santander España, con unos activos individuales entre 627.200 y 355.800 millones), y una cuarta entidad, el Sabadell, a mucha distancia de éstas (con un nivel de activos de «apenas» 191.500 millones de euros). Por detrás, vendría un grupo de entidades más pequeñas, con nombres como Bankinter, Unicaja, Ibercaja, Liberbank, Abanca o Kutxabank, que tampoco permanecen ajenas a las quinielas sobre posibles nuevas operaciones.

El veterano presidente del Sabadell, Josep Oliu, cumplirá 72 años el próximo ejercicio y, a punto de retirarse, su ambición es dejar atado un futuro pujante para la entidad. El Sabadell fue de los posibles «novios» de Bankia. Ya a principios del 2018, Bankia y Sabadell mantuvieron conversaciones. A finales del 2019, algunos analistas valoraban la oportunidad de una alianza de Sabadell y Bankia entre iguales (su valor en bolsa era similar) mediante un intercambio de acciones. Finalmente, ha sido otro banquero catalán, Isidro Fainé, quien ha logrado imponer en la negociación el nombre de otra entidad, CaixaBank.

Por otro lado, la penalización por romper el acuerdo de bancaseguros entre Mapfre y Bankia oscilaría entre 400 y 600 millones de euros, aunque parte de dicho coste podrían asumirlo Adeslas o Mutua Madrileña por las ventajas que les traería contar con la red de oficinas de Bankia para la distribución de sus seguros, según prevén los analistas de Barclays Alessia Magni e Ivan Bokhmat.

La fusión entre Bankia y CaixaBank previsiblemente supondrá cambios en las alianzas de bancaseguros de las entidades, pues ambas tienen acuerdos de exclusividad para la distribución de los seguros de Mapfre y de Adeslas.

Bankia distribuye en exclusiva los seguros generales de Mapfre en sus oficinas, mientras que CaixaBank distribuye seguros de vida a través de VidaCaixa y productos de no vida a través de SegurCaixa Adeslas, participada al 50,08% por Mutua Madrileña.

Los analistas de Barclays han calculado que romper la alianza en bancaseguros entre Bankia y Mapfre tendría un coste de entre 400 y 600 millones de euros, para lo que han tenido en cuenta tres factores.

Por un lado, la «jointventure» Bankia Mapfre Vida (de la que Bankia controla un 49%), a través de la que el banco vende los productos de vida de la aseguradora, cuenta con fondos propios de 378 millones, por lo que Barclays asume un precio potencial de entre 190 y 250 millones por la parte restante.

En paralelo, tiene en cuenta que Bankia vendió el 51% de Caixa Granada Vida y Cajamurcia Vida y Pensiones a Mapfre por 110 millones, por lo que estima que el coste potencial de cerrar el acuerdo con Mapfre será de unos 150 millones (prima incluida).

Los analistas del banco británico añaden a ello un pago de entre 100 y 200 millones por daños y perjuicios, lo que arroja esa horquilla de entre 400 y 600 millones de euros.