El tejido empresarial alicantino cuenta desde el pasado mes de agosto con 346 nuevas compañías activas. Una cifra que indica que, pese a la crisis del coronavirus se mantiene el tradicional dinamismo de la provincia, aunque a un ritmo y con una intensidad más bajos que en una situación normal, ya que el número de nuevas empresas es un 15,8% inferior al de enero, cuando aún no había aparecido el covid.

De forma similar, la evolución de las ampliaciones de capital que suelen realizar las sociedades para reforzarse o iniciar nuevos proyectos empresariales también experimentan un acusado descenso del 65%, al pasar de las 158 sociedades que tomaron esta decisión en el primer mes del año a las 55.

El único dato positivo que arrojan las estadísticas sobre sociedades mercantiles dadas a conocer hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE) es que las disoluciones de empresas, también, han mantenido una tendencia a la baja. De hecho de las 159 registradas a comienzos de año se pasó a las 55 de agosto.

En este último caso, los expertos vienen señalando que medidas como los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), los créditos ICO, las ayudas a pymes y autónomos o las moratorias para algunos pagos a la Administración están ayudando a dar un respiro a las empresas para afrontar los graves impactos de la pandemia. Aunque también advierten de que a finales de año estas cifras puedan romper la tendencia negativa y empezar a aumentar los casos de disoluciones, sobre todo, si se agota el plazo para los ERTE y no se vuelven a prorrogar.