Un balón de oxígeno en un contexto de asfixia generalizada. La Generalitat Valenciana ha consignado una partida de 4,5 millones de euros para entregar ayudas directas al sector del taxi de la Comunidad. La pretensión del Ejecutivo autonómico pasa por sostener un servicio cuya actividad se ha frenado en seco por las restricciones impuestas para contener la pandemia. El bloqueo del turismo, la parálisis de la hostelería y las limitaciones a la movilidad social han dejado bajo mínimos la facturación de las 4.736 licencias que operan en la Comunidad, 1.420 de ellas en la provincia de Alicante.

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, anunció ayer que la línea de apoyo dirigida a los taxistas no será la única y se extenderá a otros sectores de actividad, especialmente a los más afectados por las dificultades derivadas del covid-19. Para ello se elaborará una radiografía que diagnostique la situación global con tal de establecer prioridades. La decisión se adoptó durante una reunión en la que participaron miembros de los dos principales socios de gobierno del Botànic (PSOE y Compromís), tras las desavenencias registradas durante las últimas semanas. Al encuentro asistieron los consellers de Hacienda y Modelo Económico, Vicent Soler; de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo, Rafa Climent, y de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad, Arcadi España. También acudió el secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer; la secretaria autonómica de Modelo Económico y Financiación, María José Mira, y el director general del Instituto Valenciano de Finanzas, Manuel Illueca.

Números rojos

La crisis que arrastra el sector del taxi acumula ya prácticamente nueve meses de números rojos y las perspectivas de mejora a corto plazo no se vislumbran. El presidente de la asociación de taxistas de Alicante ( Radio Tele Taxi), Francisco Sánchez, sostiene que las llamadas que se reciben en la centralita para contratar servicios se sitúan un 55% por debajo de lo que sería habitual en una situación de normalidad y las carreras contratadas a pie de calle han caído un 80%. «Desde las seis de la tarde y hasta las siete de la mañana el trabajo desciende mucho. La movilidad se ha restringido con el toque de queda, no hay ocio nocturno y la Comunidad está cerrada perimetralmente. Todo influye en negativo», indica Sánchez. Con ese panorama, los conductores que operan en el área de prestación conjunta de Alicante están trabajando cuatro días a la semana. Esa fue la medida que acordaron mantener hasta el tres de enero para repartirse entre ellos la poca demanda que se registra. Aún así, el trabajo escasea y «probablemente tengamos que alargar esa medida e incluso hacerla más restrictiva», asevera el presidente de los taxistas.

La situación es muy similar a la que sucede en Elche, donde los conductores trabajan entre tres y cuatro días por semana. Vicente Murcia, presidente de Radio Taxi Elche, sostiene que el escaso tráfico aéreo que se registra en el aeropuerto, unido al cierre del ocio nocturno y al teletrabajo, han desplomado los ingresos de los taxistas. «Cada vez ampliamos más los descansos . No hay trabajo y hemos vuelto a la casilla de salida. Estamos prácticamente como en el confinamiento», subraya Murcia.

«Está claro que toda la ayuda que nos puedan dar es buena, pero es insuficiente con la que está cayendo», concluye el taxista ilicitano.

Puig: «Es primordial que no desaparezcan empresas viables»

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, expresó ayer que «lo fundamental para los próximos meses es que no desaparezcan empresas viables». En este sentido, señaló que el Gobierno valenciano va a trabajar conjuntamente desde las distintas consellerias, «sobre todo las del área económica», para «ser más eficaces con los recursos que tenemos» y «ser más operativos» para ayudar a las empresas «en un momento de gran dificultad» con el fin de «posibilitar que no desaparezcan empleos». Puig señaló como una «cuestión fundamental» la generación de «suficiente financiación» para las empresas con dificultades de liquidez a través de fondos del IVF o de la banca pública o privada.