Solo el 5% de los europeos afirma haber comprado conscientemente falsificaciones en los últimos 12 meses y únicamente el 8% admite haber accedido intencionadamente a contenidos en línea a través de fuentes ilegales durante el mismo período. Los datos forman parte de una nueva encuesta publicada por la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO), en la que han participado 25.636 residentes de la UE mayores de 15 años para hablar sobre sus actitudes y su comportamiento en relación con la propiedad intelectual.

En España, el 5% de los encuestados ha afirmado haber comprado intencionadamente falsificaciones en los últimos doce meses, lo que supone un descenso de seis puntos porcentuales desde que se realizó el último estudio, en 2017. Al mismo tiempo, el 10% de los españoles encuestados ha reconocido haber accedido a contenidos procedentes de fuentes digitales ilegales durante ese período, cifra que también equivale a un descenso de seis puntos porcentuales desde el sondeo anterior.

Según los resultados del citado estudio, en internet, el 42% de los europeos ha pagado por acceder, descargar o reproducir contenido protegido por derechos de autor de un servicio legal en los últimos 12 meses, lo que supone un aumento de 17 puntos porcentuales desde el último estudio de este tipo realizado por la EUIPO en 2017. En España, el 54% afirma haber pagado por contenidos en línea procedentes de un servicio legal en el último año, lo que supone un aumento de 30 puntos porcentuales desde el último estudio.

En general, tres cuartas partes de los europeos encuestados afirman que la calidad de los contenidos legales en línea ha mejorado, y el 89% indica que, si el precio fuera razonable, preferiría acceder a los contenidos de forma legal.

La encuesta ha puesto de manifiesto que el 80% de los europeos en general entendía bien el concepto de propiedad intelectual, y que aquellos que mejor lo conocían eran menos propensos a comprar falsificaciones o descargarse contenidos ilegalmente. También hay pruebas de que existe un vínculo entre las falsificaciones y la piratería en lo que respecta al comportamiento de los consumidores: el 30% de los europeos que accedió intencionadamente a contenidos pirateados en línea también compró productos falsificados. En toda la UE, más de un tercio de los encuestados reconoció haberse preguntado si alguno de los productos que había comprado era original o no.