En la era covid, y sobre todo durante los meses de confinamiento del pasado año, quedó patente que la agricultura ha cobrado protagonismo que realmente merece debido a su importancia en la cadena alimentaria. Los peores momentos de la pandemia demostraron que el campo no para y que tiene la responsabilidad de seguir adelante para no desabastecer los mercados y llevar alimentos a las familias.

Bonnysa es una empresa alicantina que sabe responder ante estas situaciones de exigencia. Desde su fundación en 1956 ha afrontado numerosos retos que le han servido para llegar a ser una de las empresas hortofrutícolas más importantes de España y uno de los principales exportadores hacia la UE.

Interior invernadero de Bonnysa.

Tomates, guacamole, frutas tropicales, dátiles, uva, su galardonado tomate rallado (2 veces Sabor del Año) o su tomate seco son algunos de los ejemplos de cómo Alicante es capaz de innovar con productos de gran demanda y consumo diario. Miles de hogares de Europa cuentan con alguno de los productos que cultiva y produce la compañía, pero todo ello tiene un porqué además del sabor y el esmero con el que trabajan; la sostenibilidad.

Desde esta empresa se toman muy en serio el apoyo al medio ambiente. Desde hace años cuentan con un extenso programa interno dedicado a la sostenibilidad. En Bonnysa trabajan codo con codo con la naturaleza aprovechando al máximo los recursos y revertiendo esta experiencia en los cultivos, logrando de este modo una mayor productividad y el máximo sabor.

En Bonnysa trabajan codo con codo con la naturaleza aprovechando al máximo los recursos.

Algunas de las acciones que llevan a cabo son por ejemplo la recogida de aguas pluviales y reaprovechamiento del agua, donde superan el 30% de las necesidades hídricas de la compañía. Los invernaderos cuentan con diferentes sistemas que recogen el agua, tanto procedente de la lluvia como de la condensación, y es conducida a los depósitos y embalses para su uso. Así mismo, y debido a su cultivo hidropónico, el agua de riego es reutilizada y alimenta nuevamente el ciclo de consumo.

Otro de los hitos de la compañía es contar con plantas de cogeneración de alta eficiencia y de plantas de biomasa, donde la empresa convierte CO2 en energía y oxígeno gracias a su conversión al introducirla en los cultivos. De este modo las plantas son más productivas y dejan de verterse a la atmósfera millones de kg de CO2. Además la producción de energía de fuentes renovables de este y otros procesos le permiten a Bonnysa disponer de un 37% del total de la energía de origen renovable.

Desde su fundación en 1956 ha afrontado numerosos retos.

Estas, entre las muchas acciones que desarrolla la empresa, suponen un alto valor añadido en sus productos. Los consumidores demandan cada vez más poder adquirir productos de empresas responsables y consecuentes con el medio ambiente.

lgunas de las acciones que llevan a cabo son por ejemplo la recogida de aguas pluviales y reaprovechamiento del agua.

Como apuntan desde la compañía, «lo valorable se está convirtiendo en lo exigible, y desde nuestros inicios nuestro trabajo con el medio ambiente ha sido el de simbiosis, desde la sustitución de fitosanitarios tradicionales por lucha biológica (depredadores que se nutren de las plagas) y empleo de bioestimulantes naturales para suplir el uso de fertilizantes».

Sin lugar a dudas el ejemplar camino de la compañía en este aspecto es un punto de inflexión en el sector y por ello las más importantes enseñas del retail confían en Bonnysa.

Más información:

Dirección: Partida Sector II Zona 9, 18, 03110 Mutxamel

Teléfono: 965 95 64 10