La decisión del Gobierno central de realizar obligatoriamente en las comisarías las fotografías para el nuevo DNI digital ha puesto en pie de guerra a los profesionales de este sector. Advierten de que muchos negocios, ya golpeados por la pandemia, van a sufrir pérdidas de ingresos de hasta el 80%, lo que no les va a dejar otra opción que echar la persiana.
Ha sido la Federación Alicantina de Comercio de la Pequeña y Mediana Empresa (Facpyme), presidida por Carlos Baño, la que ha levantado la voz de alarma, al reclamar al Gobierno diálogo y fórmulas para integrar al sector de la fotografía profesional en el proceso de elaboración del nuevo DNI digital. Desde la entidad se ha hecho hincapié en el daño que se va a ocasionar, puesto que, según las previsiones que maneja el Ministerio de Interior, las fotografías necesarias para la tramitación del documento de identidad ya no serán aportadas por los ciudadanos, se realizarán en las propias dependencias policiales.
Ramón Carbajo, presidente de la Asociación Profesional de Fotógrafos y Videógrafos de Alicante, con tienda en La Vila Joiosa, explica que «las fotografías para el DNI es lo que ha mantenido muchos estudios abiertos este último año, en el que, debido a la crisis del coronavirus, se han suspendido los eventos sociales como bodas o comuniones. Para algunos, una vez regrese la normalidad, se trata de un complemento, pero para otros es la base principal de su negocio, por lo que se pueden ver abocados al cierre».
Rafa Iniesta, con una tienda en Alicante, asegura que la reducción de ingresos por la supresión de este servicio «puede llegar hasta el 80% en algunos establecimientos, sobre todo los situados en las inmediaciones de las comisarías, que viven prácticamente de esto». En el mismo sentido se expresa Salva Pomares, también de la capital de la provincia, quien indica que «ya nos quitaron las fotos para los reconocimientos médicos, y ahora esto». Philippe Uglietta, de Santa Pola, destaca que, aparte de la pérdida de ingresos, «tendrán que ver cómo piensan fotografiar a los niños y bebés. Eso debe estar en manos de los profesionales».
Así las cosas, desde Facpyme se propone al Gobierno que se adopte la misma fórmula de la mayoría de países europeos. Salvo en Suecia y Suiza, en el resto se permite a los ciudadanos llevar la fotografía en mano, o bien que los propios fotógrafos remitan a las comisarías las imágenes a través de una base de datos segura.
La federación destaca que, «si el objetivo del ministro es abaratar el coste del DNI, esto no puede hacerse a costa de hundir a un sector muy golpeado por la pandemia, que ya ha causado el cierre de casi el 50% de los establecimientos».
