Tras un año y medio muy duro por el desplome de la demanda ocasionado por la pandemia, tiempo en el que el calzado ha encabezado la caída de la producción industrial, los fabricantes de zapatos de la provincia empiezan a mirar el futuro con algo más de optimismo. La suspensión definitiva de la subida de aranceles en Estados Unidos -fruto del acuerdo entre Washington, España y otros cuatro países europeos sobre la Tasa Google- no sólo evitará a los empresarios la más que probable pérdida de este mercado que hubiera supuesto el nuevo gravamen. También deja a los productores vía libre para aprovechar la oportunidad que se ha creado con los problemas de los principales fabricantes asiáticos, que ya se está traduciendo en un aumento de pedidos por parte de las grandes cadenas de distribución tanto en este país como en Europa.
«Con todos los problemas del transporte y la falta de contenedores desde China nos están llegando más encargos. Desde Estados Unidos y desde otras partes del mundo», reconocía este mismo viernes el propietario de Manufacturas Newman, Manuel Ruiz, que está especializado en fabricar para terceras marcas.
«No sólo es el problema de los fletes, en países como Vietnam la epidemia sigue desbocada y gran parte de la industria está parada, y en China está también el tema de los cortes de electricidad. Todo esto ha provocado, además, que el producto que llega desde allí se haya encarecido y ya no sea tan competitivo. Sobre todo si lo comparas con el diseño y la mejor calidad del nuestro», apunta, por su parte, el director de Marketing de la patronal FICE, Imanol Martínez.
Ante esta situación, muchas grandes marcas están optando por buscar proveedores más cercanos y, sobre todo, más fiables en estos momentos, por lo que han girado la vista hacia las zonas productoras de Europa, en general, y de España, en particular. Además, la tendencia por parte de los consumidores a buscar productos más sostenibles también está beneficiando a las compañías locales, que llevan tiempo explorando la utilización de materiales más respetuosos con el medio ambiente y métodos de fabricación que reutilicen y generen menos residuos, como explica la presidenta de esta misma patronal, Marián Cano.
Calendario Ferial
En paralelo, desde FICE también confían en que la recuperación de la normalidad en el circuito ferial contribuya a que las empresas puedan recuperar el terreno perdido en Estados Unidos, sobre todo tras la reapertura de las fronteras al movimiento de personas, que se producirá el próximo 8 de noviembre. Así, los empresarios ya han cerrado el apoyo del ICEX para participar en los certámenes de Las Vegas y Nueva York, y la patronal también organiza la participación del sector nacional en Atlanta. Además, desde la patronal autonómica están preparando sus propuestas para el convenio con el Ivace de cara al próximo año, en el que también quieren incluir algún tipo de acción promocional específica en Estados Unidos.
Mientras, las empresas que trabajan con marca propia también mostraban su satisfacción por la suspensión definitiva del aumento de aranceles. «Esto nos permite centrarnos en trabajar, sin tener que pensar en cosas ajenas al negocio», señaló Mila García, CEO de la marca Pedro García.
La situación del sector del calzado sigue lejos de las cifras anteriores a la pandemia, pero, al menos, se ha conseguido revertir la tendencia negativa y los principales indicadores ya empiezan a crecer. Así, tras haber caído más de un 28% durante el año pasado, el índice de producción industrial del sector en el Comunidad Valenciana acumula un crecimiento interanual del 5,8% hasta el mes de agosto, según los datos del Portal Estadístico de la Generalitat Valenciana.
Mejor aún son las cifras de exportación. En el caso de la provincia, los fabricantes de la zona sumaron hasta este mismo mes 765 millones de euros en envíos al exterior, lo que supone incremento del 19,1% sobre el mismo periodo del año pasado, según la información oficial del ICEX. De esta cifra, 80,6 millones fueron al mercado norteamericano, frente a los 62 millones del año pasado, cuando la pandemia y el cierre generalizado del comercio provocaron una de las mayores caídas que se recuerda.
Los empresarios reconocen que la situación ha empezado a mejorar, pero lo cierto es que la mayoría de los consultados considera que no será hasta finales del próximo año o principios de 2023 cuando se conseguirá dejar atrás por completo los efectos de la pandemia. La industria del calzado se ha visto especialmente afectada por la caída del consumo durante la pandemia, ya que la ausencia de vida social ha provocado que las ventas se hayan vista más lastradas que en otros sectores.
De vuelta a cifras positivas tras la caída del año pasado por el covid
El índice de producción industrial del calzado avanza ya un 5,8% y la exportación sube un 19,1%
