«Estamos dispuestos a reaprender». Bajo esta premisa iniciaron Miguel Sánchez y Gabriel Ferrer, asesor ejecutivo y adjunto a la dirección general respectivamente de ROI UP Group, patrocinador del i-Talks Marketing & e-Business organizado por Prensa Ibérica el pasado miércoles, una ponencia dinámica en la que quisieron mostrar los pasos necesarios para aprovechas las oportunidades que ofrece el reto de la transformación digital. «Inspirar, innovar y transformar. Nos gusta mucho cocrear, desde intercambiar experiencias y compartir ideas», avanzaba Ferrer en toda una declaración de intenciones de lo que estaba por llegar.

Y para reaprender pusieron de relieve el atrevimiento y la valentía. De hecho, el título de la ponencia fue «La vida es para los valientes». «Nos podemos considerar como unos valientes», aseguró Sánchez, que citó a Elon Musk: «Gestionar, crear, mover una compañía a día de hoy es tan cómodo como masticar un puñado de cristales y esperar a hacer la digestión. No es fácil para nada, pero aún así aquí estamos todos dispuestos a reaprender, a empezar de nuevo», proclamó.

Tras ello, Sánchez y Ferrer comenzaron a desgranar los diferentes «ingredientes» que apuntaron como fundamentales para tratar de alcanzar el éxito en este nuevo paradigma generado por los retos de la transformación digital. 

En primer lugar, pusieron en el centro de la imagen a las personas y su capacidad de aprendizaje y de adaptarse a las circunstancias. «El primer equipo con el que cuentan las compañías son las personas. Cuando nacemos lo hacemos con un 30 % del cerebro formado, el otro 70 % se forma en lo que llaman el útero social, a través de las personas que nos cuidan, que nos acompañan durante los primeros años. A día de hoy, en nuestra sociedad partimos cada semana de un 30 % y el 70 % va a venir alimentado por el resto. En las compañías, por la tecnología, por los nuevos compañeros, por los cambios o las oportunidades de mercado directamente», explicó Sánchez, mientras que Ferrer ejemplificaba con el experimento de «la bicicleta al revés», en el que un adulto tardaba seis meses en aprender a llevarla, y su hijo pequeño tan solo cinco semanas. «La plasticidad del cerebro la perdemos conforme nos hacemos mayores. Necesitamos gente que sea capaz de llevar la bicicleta al revés en las compañías», profundizó Ferrer.

Por otra parte, en cuanto a la tecnología, recalcaron la necesidad de crear una «sociedad humanocéntrica». «La tecnología ya está, somos los humanos los que tenemos que saber aplicarla. La tecnología nos tiene que facilitar la vida y ya está dispuesta a facilitarnos la vida. Solo tenemos que adecuarnos y entenderla para que nos sirva y nos ayude», apuntó Sánchez. El ejemplo sobre la mesa lo puso Ferrer, que señaló el caso de Netflix, que ante una fuga de clientes incorporó a psicólogos, sociólogos y antropólogos para aplicar los estados de ánimo de sus usuarios a los algoritmos. «Las compañías van a tener que gestionar tecnología hibridada con el talento para generar valor para la compañía. No puedes implementar estrategias si no tienes personas que la lleven a cabo», aseguró.

Pero para implementar esa tecnología, apuntaron a que son necesarios «unos valores, una filosofía que compartir» y el «trabajo en equipo» con modelos de gestión adecuados. «Tenemos que trabajar en modificar los modelos de gestión que tenemos en las compañías. No podemos trabajar con modelos de dirección obsoletos, hemos de buscar líderes mucho más movilizadores que tengan visión holística y que, sobre todo, sean capaces de generar redes de talento diversas que trabajen en pos de un propósito común y de un sistema de valores compartidos», recalcó Ferrer. Y para conseguirlo «hay que salir de la zona de confort y hay que ser valiente», completó Sánchez.

«Tenemos que potenciar nuevas destrezas en nuestros equipos en este nuevo entorno para tener éxito; conseguir que nuestra gente tenga pensamiento crítico para enfrentarnos a problemas tremendamente complejos; capacidad de profundizar y hacer buenas preguntas para obtener soluciones a esos problemas; la capacidad de colaborar con cualquier tipo de perfil; creatividad como un vehículo para resolver problemas complejos; y habilidades comunicativas, donde las personas podemos marcar la diferencia», abordó Ferrer, antes de citar a Kennedy: «Liderazgo y aprendizaje son indispensables el uno para el otro». «Necesitamos líderes que marquen la diferencia y que generen ecosistemas donde las personas puedan conectar sus pasiones individuales con la pasión o la misión de la compañía», añadió. «Creemos que la clave es la estrategia, y para poder implementarlas es clave contar con tecnología y con personas. Da igual lo buena que sea tu estrategia, necesitas personas para implementarla», se reafirmó Ferrer.

«Nos lo tenemos que creer nosotros, tenemos que creernos que podemos gestionar este cambio», insistió Sánchez.