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Verne Group crea una división para entrar en el negocio de las renovables

La compañía recuerda que el sector es uno de los que despierta "mayor interés para los mercados español y europeo" en estos momento

El CEO de Verne Group, Gianni Cecchin. Rafa Arjones

La compañía alicantina del sector de la tecnología y las telecomunicaciones Verne Group se sube al carro de las energías renovables. La compañía que dirige Gianni Cecchin ha decidido poner en marcha una nueva división especializada para aprovechar el boom que vive este sector al calor de la transición hacia una economía descarbonizada, que se ha visto acelerada con la escalada que vive el precio de la energía desde el año pasado y, especialmente, tras el estallido de la guerra en Ucrania.

Para ello, el grupo ha optado por constituir una nueva sociedad específica, Verne Energy SL, que ha domiciliado en la sede de su matriz, en el polígono industrial de Las Atalayas. Una sociedad que, de momento, nace con el capital mínimo, de 3.000 euros, y con el propio Cecchin como administrador único.

Desde la compañía no quieren desvelar demasiado de sus planes y ni siquiera si se especializarán en autoconsumo o si la intención es apostar por grandes plantas de generación, a la espera de realizar una presentación oficial. "La compañía apuesta constantemente por la diversificación y la apertura de nuevas líneas de negocio, y el sector de las energías renovables es ahora mismo uno de los de mayor interés para los mercados español y europeo", se limitan a señalar de forma oficial.

Además de su negocio principal de despliegue de infraestructuras de telecomunicaciones, como las torres de telefonía, radio o fibra óptica, Verne también cuenta con una división especializada en nuevas tecnologías, Verne Tech, donde ofrece servicios de ciberseguridad, consultoría o gestión de datos, entre otras. Además, cuenta con una división educativa también especializada en nuevas tecnologías.

En 2020 la compañía obtuvo unos ingresos totales de 162 millones de euros y empleó a más de 2.000 profesionales, repartidos entre la sede principal de Alicante, y las oficinas en Madrid, Barcelona y Valencia, las delegaciones en otras provincias y en países como Alemania, Marruecos y Portugal. Las previsiones de facturación de 2021 se acercaban a la barrera de los 200 millones, según los últimos datos facilitados por la compañía el pasado otoño.

Además de Verne Tech -y a la espera de los proyectos que pueda poner en marcha a través de la nueva división de renovables que acaba de crear-, la principal palanca de crecimiento de la compañía es el despliegue de la fibra óptica en Alemania y la implantación de la tecnología 5G en España y otros países.

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