A pesar del enorme impacto de la pandemia, la economía alicantina está logrando dejar atrás las crisis derivada de la irrupción del covid-19 y el impulso a la innovación que aportan iniciativas como Distrito Digital, la oportunidad que suponen los fondos Next Generation y la reducción de la precariedad que conlleva la reforma laboral pueden, incluso, propiciar que la provincia empiece a superar algunos de los problemas estructurales que arrastra desde hace décadas, como la desigualdad o la baja productividad. Unas buenas perspectivas que, eso sí, dependerán de cómo evolucione la guerra en Ucrania y la inflación, que ya ha empezado a frenar el crecimiento mundial. Una desaceleración que, al menos por el momento, no se convertirá en estancamiento económico y en la temida estanflación.
Ésas son las principales conclusiones del dosier El impacto del covid-19 en la economía alicantina que ha presentado este miércoles INFORMACIÓN durante un acto en Casa Mediterráneo, con el patrocinio de la Generalitat y de Distrito Digital. Un documento elaborado por el Instituto de Economía Internacional de la Universidad de Alicante y coordinado por el catedrático emérito Antonio Escudero, que se ha encargado de repasar los contenidos del informe, el mayor que se ha realizado hasta la fecha sobre las consecuencias de la pandemia en la provincia y que incluye, también, una adenda sobre las primeras repercusiones de la guerra.
El conseller Vicent Soler destaca la importancia del acuerdo para fijar un tope al coste del gas y frenar los precios
Un acto presentado por el director del Club INFORMACIÓN, Toni Cabot, que ha contado con la intervención del conseller de Hacienda, Vicent Soler, y del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, quien ha destacado la existencia motivos para «la confianza» en que la recuperación continúe y ha puesto como ejemplo el récord de afiliación a la Seguridad Social que la provincia alcanzó el pasado 20 de abril, cuando se registraron más de 698.000 ocupados.
La presentación ha congregado a numerosos representantes políticos, como los consellers Arcadi España, Carolina Pascual, Mireia Mollà o Rafa Climent, además del presidente de la Diputación, Carlos Mazón; y de los portavoces de las principales instituciones económicas, como el presidente de la Cámara de Alicante, Juan Riera, o el de la patronal CEV Alicante, Joaquín Pérez, entre otros.
Sin parangón desde la Guerra Civil
Como ha recordado Antonio Escudero durante su exposición, «España y la provincia de Alicante sufrieron en 2020 la peor crisis demográfica y económica desde la Guerra Civil». Una crisis que, además, a diferencia de las anteriores, no tuvo que ver con factores puramente económicos, sino que fue causada por un agente externo: la aparición del covid-19. Al respecto, Escudero ha subrayado que las restricciones a la movilidad que se adoptaron para frenar la pandemia «eran necesarias» y también ha defendido las medidas de política económica adoptadas, de forma que «se consiguió de este modo mitigar el alza de la mortalidad y la caída del PIB». Aun así, la paralización de la actividad supuso una contracción de la economía del 10,8% en el conjunto del país, y del 10,2% en la provincia de Alicante, según los cálculos de los autores del dosier, que señalan que descenso de la renta por persona fue aún mayor, del 13,3% en Alicante, por la caída de los salarios reales.
La contracción fue más intensa -del 20,7%- en el caso del comercio, el transporte y todo lo relacionado con el turismo; y algo más moderada en la construcción (-11,4%) y en la industria (-7,7%), mientras que la agricultura fue el único sector que creció. Tras la debacle inicial, el informe destaca que la economía provincial, al igual que la española, inició el año pasado una recuperación con un crecimiento del PIB «robusto, pero inferior al esperado», debido a los cuellos de botella en los suministros y a la inflación, que se aceleró con el estallido de la guerra en Ucrania.
Sobre el alza de los precios, Escudero ha defendido que el impacto de la inflación será menor que el desencadenó la Crisis del Petróleo en los años 70, ya que la dependencia actual de los combustibles procedentes de Rusia es mucho menor que la que existía entonces del suministro de la OPEP, y ha descartado, al menos por el momento, el temido escenario de la estanflación. Es decir, un estancamiento acompañado de un descontrol de los precios.
Pacto de rentas
Para contener esta inflación, el experto ha abogado por alcanzar un pacto de rentas entre patronal y sindicatos, y por rebajas de impuestos y ayudas directas a empresas y familias. Eso sí, de carácter temporal para evitar que esta inyección de liquidez cebe aún más el IPC. También ha reiterado que las medidas adoptadas por el Gobierno lograrán disminuir la tasa de inflación, aunque no harán que desaparezca.
Más allá, Antonio Escudero ha señalado que, en un escenario en que la guerra acabe, hay motivos para el optimismo ya que se han adoptado algunas decisiones que pueden ayudar a superar los problemas estructurales de la economía alicantina: baja productividad, empleo y desigualdad. Así, ha destacado la oportunidad que suponen los fondos Next Generation para mejorar la productividad y ha señalado que la reforma laboral aportará la «flexiseguridad» que puede rebajar los actuales niveles de precariedad. También considera que iniciativas como Distrito Digital y el impulso a la innovación favorecerán el necesario cambio de modelo. En la parte negativa, ha lamentado el retraso en la reforma de la financiación autonómica y en la reforma fiscal.
Por su parte, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha coincidido con Escudero en que los grandes problemas estructurales son la productividad, el empleo y la desigualdad, y también en que lo que más preocupa en estos momentos es atajar la inflación. Así, ha recalcado que disponer de una energía a precio asequible es clave «para garantizar el pleno desarrollo y el nivel de bienestar» y ha abogado por un «pacto de país» para acelerar al máximo el despliegue de renovables.
Con todo, ha asegurado que, «sin obviar las dificultades, hay motivos para la confianza» y que, «a pesar de los vientos en contra, Alicante avanza». Una afirmación que ha sustentado en un dato rotundo al anunciar que el pasado 20 de abril la provincia alcanzó «su récord histórico de afiliación a la Seguridad Social, con 698.000 personas empleadas». Además, ha aseverado que es la provincia más dinámica de la Comunidad en estos momentos: «Donde más baja el paro, donde las exportaciones más crecen y donde la confianza empresarial resiste con mayor solidez».
El jefe del Consell ha desgranado a continuación la hoja de ruta del Ejecutivo autonómico para «oxigenar» lo que denominó los «cinco pulmones» en que se basa su estrategia económica: el turismo, la industria, la innovación, la agricultura y la movilidad.
Sobre el primero, ha recordado las medidas que se han adoptado a corto plazo para contribuir a su recuperación, como el bono viaje, del que se han beneficiado 180.000 personas, pero también las iniciativas para apuntalar su futuro, como la próxima implantación en Benidorm de Centro Nacional de Inteligencia Turística.
De la industria ha señalado que es la mejor vía «para fortalecer nuestras clases medias y nuestro territorio» y ha recalcado la necesidad de aprovecha los fondos europeos para generar grandes movimientos tractores.
En cuanto a la innovación, ha recordado que la Comunidad es el territorio español que más ha avanzado en este terreno en seis años y ha destacado el objetivo de convertir a Alicante en una referencia en el «Corredor Mediterráneo de la Innovación». Igualmente, ha calificado a la agricultura como una actividad «irrenunciable» y ha destacado la apuesta por la movilidad, como proyectos como la estación intermodal de Alicante, la ampliación del Tram, la mejora de la CV-95 o el Plan de Movilidad Metropolitana Alicante-Elche.
Otro tipo de gestión
Por su parte, el conseller de Hacienda, Vicent Soler, ha contrapuesto la forma de abordar la crisis de 2007 con la actual. Si en aquella ocasión, como ha recordado, desde Bruselas, el Gobierno y el Ejecutivo autonómico optaron por impedir una inyección de liquidez, se endureció el crédito y se recortaron los recursos disponibles -lo que ha calificado como «una receta nefasta»-, ahora las administraciones se han volcado para apoyar a las empresas y familias.
En este sentido, Soler ha apuntado que sólo la Generalitat ha puesto a disposición del tejido productivo más de 1.200 millones de euros a través de varios programas, y que en varios de ellos Alicante ha sido la provincia que más ayudas ha concentrado. Como en el plan Resistir Plus, donde ha concentrado 150,8 de los 312 millones concedidos.
En la misma línea, el conseller ha destacado el acuerdo conseguido entre los gobiernos de España y Portugal y Bruselas para limitar el precio del gas y contener el coste de la electricidad. «Una medida que tendrá un papel clave en la lucha contra la inflación», ha apuntado.
El dosier se entrega este domingo con el periódico
El dosier El impacto del covid-19 en la economía alicantina se entregará este domingo, 1 de mayo, junto con el ejemplar de INFORMACIÓN. Se trata de un documento de 120 páginas, elaborado por 22 investigadores del Instituto de Economía Internacional de la UA que supone el mayor análisis realizado hasta la fecha de los efectos de la pandemia. A lo largo de 12 capítulos se analizan los principales sectores y también las consecuencias del covid en el ecosistema innovador, la educación o su repercusión en los niveles de pobreza de la zona.
