La compraventa de viviendas sigue disparada en la provincia, aunque el ritmo de crecimiento empieza a desacelerarse como consecuencia de la inflación y la cada vez mayor incertidumbre sobre la evolución económica. Al menos así lo reflejan las últimas estadísticas publicadas este lunes por el INE, que también dan cuenta del dominio absoluto de la segunda mano en el mercado, con más de un 86% de cuota.
De esta forma, durante el pasado mes de abril se vendieron en la provincia un total de 3.098 casas, lo que representa la mayor cifra para este mes desde el año 2008, de acuerdo con los del organismo público, y un 26% más que en el mismo periodo del pasado ejercicio. A pesar de que se trata de un incremento más que considerable, supone una ralentización con respecto a lo ocurrido durante los meses anteriores, ya que el primer trimestre se cerró con un incremento medio de las transacciones de más del 55%, y en el mes de marzo la subida llegó a ser del 69%, según las mismas fuentes.
“La percepción que tenemos es que empieza a producirse cierto parón, una moderación de los crecimientos tan fuertes de los meses anteriores, sobre todo por las consecuencias de la inflación, que se nota mucho en el bolsillo de las familias, y porque la situación económica ya no está tan clara. Hay mucha incertidumbre”, apunta la presidenta del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (API) de Alicante, Marifé Esteso.
De esta forma, Esteso señala que son principalmente los compradores nacionales y locales los que empiezan a mostrarse algo más retraídos, mientras que las ventas a los extranjeros siguen avanzando con fuerza, según afirma.
En la misma línea, desde el portal Idealista pronostican que, probablemente, esta tendencia a la “estabilización” se mantendrá “durante los próximos meses, sin descartarse pequeñas bajadas en el volumen de compraventas causadas por el encarecimiento de la financiación, la incertidumbre económica, la elevada inflación y un stock de viviendas en el mercado que sigue menguando”.
Al respecto, cabe recordar que, pese a la mejora de los últimos años, la construcción de vivienda de obra nueva se ha mantenido en niveles muy bajos con respecto a los que se daban antes del estallido de la burbuja inmobiliaria, lo que ha provocado que la mayor parte de la demanda se haya desviado a la vivienda usada, donde cada vez resulta más complicados encontrar inmuebles con los requisitos que buscan ahora los compradores.
De esta forma, de las viviendas vendidas -en realidad, escrituradas- el pasado mes de abril sólo 428 fueron de nueva construcción, apenas un 13% del total; mientras que la segunda mano acaparó 2.670 operaciones, el restante 87%.
Pero, además, el incremento de las transacciones entre las primeras apenas fue del 8,9%, frente al crecimiento del 29,2% en la compraventa de casas usadas.
Con todo, a pesar de esta desaceleración, lo cierto es que la actividad del mercado inmobiliario continúa en niveles de máximos de los últimos 14 años. En concreto, habría que remontarse hasta abril de 2008, cuando se vendieron 3.350 viviendas, para encontrar una cifra de ventas superior en la provincia a la de este año.
En cuanto al acumulado del año, según las estadísticas del INE, en los cuatro primeros meses de 2022 se formalizaron 15.261 transacciones en Alicante frente a las 10.344 del año pasado, lo que supone un incremento del 47,5%. De ellas, 1.990 correspondieron a viviendas de obra nueva (+13%) mientras que 13.271 fueron de segunda mano (+54,6%).
Más inversores
Además de la demanda embalsada, el ahorro generado durante la pandemia o el deseo de aprovechar la situación antes de que suban más los precios, uno de los factores que está propiciando estas cifras tan elevadas de compraventas son los inversores que han decidido apostar por el ladrillo como refugio frente a la inflación. Así, según explican desde el Colegio de API, en los últimos meses se ha percibido un incremento del número de personas que compra con la intención posterior de sacar esa vivienda al mercado de alquiles. “En Alicante, la demanda de pisos sigue estando por encima de la oferta. Si sacas un piso en condiciones al mercado, no dura ni un día”, asegura la presidenta de este organismos Marifé Esteso.
Este dinamismo se ha traducido también en un considerable encarecimiento de la vivienda durante el último año que, según las últimas estadísticas del Ministerio de Transportes y Agenda Urbana, ha alcanzado el 8,7% en el último año. Una de las circunstancias que también estarían detrás de la desaceleración en el crecimiento de las compraventas.
