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Moncloa descarta aprobar el Estatuto del Becario antes del 23J: "Está muy verde"

Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, en el Congreso.

Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, en el Congreso.

Juan Ruiz Sierra / Gabriel Ubieto

La Moncloa no contempla elevar a Consejo de Ministros para su aprobación antes de que finalice la legislatura el proyecto de Estatuto del Becario. La norma pactada entre la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y los sindicatos "está muy verde" todavía, según apuntan fuentes del Gobierno, y quedará, salvo cambio inesperado, en un cajón ante el adelanto electoral. La aprobación de esta norma es uno de los hitos comprometidos por el Ejecutivo con la Comisión Europea en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia a cambio de los fondos europeos.

El proyecto diseñado desde Trabajo para acotar el fraude en las prácticas estudiantiles no cuenta con el respaldo de la patronal CEOE ni con los rectores universitarios, que se han mostrado muy críticos y contrarios con una norma que implicaría, entre otras consecuencias, elevar sus costes y responsabilidades.

Yolanda Díaz ha escenificado este jueves que sí cuenta con el apoyo de los sindicatos para tratar de sacar adelante el Estatuto del Becario, que ha definido como "un acuerdo para que la gente joven tenga una vida mejor". La vicepresidenta segunda, que pugnará con su socio durante los próximos días para desencallar la aprobación del Estatuto, ha lanzado un dardo a PSOE y PP, refiriéndose a que "durante 40 años lo que ha tenido este país son gobiernos 'ni-nis', que no daban ni alternativas ni soluciones para los jóvenes".

El mensaje político

Pero los socialistas, socios mayoritarios en la coalición del Gobierno central, no contemplan que la iniciativa de Trabajo salga adelante antes de las elecciones generales del 23 de julio, adelantadas por Pedro Sánchez tras el batacazo sufrido por su partido en los comicios autonómicos y municipales de hace dos semanas y media. Más allá de su no entrada en vigor, la decisión también tiene una importante derivada política. Lanza el mensaje de que entre los planes del PSOE no se encuentra dar aire a la candidata de Sumar, por mucho que cualquier opción de mantenerse en el Ejecutivo pase por un entendimiento con este nuevo proyecto, en el que también está incluido Podemos.

La tesis entre los colaboradores de Sánchez es que gran parte de la debacle del 28M se debió en gran parte a los pobres resultados de los morados. En la Comunitat Valenciana, por ejemplo, Ximo Puig mejoró su marca respecto a hace cuatro años, pero Podemos no logró entrar en el parlamento autonómico y todas sus opciones de mantenerse en el cargo de ‘president’ se disiparon. Ahora, por detrás de las encuestas y con un electorado de derechas mucho más movilizado que el de izquierdas, el jefe del Ejecutivo extrema las apelaciones al voto útil, algo que ha provocado malestar en la aspirante de Sumar. “O Sánchez o Feijóo. Se pueden agregar otros matices, pero esta es la elección. Solo hay dos presidentes posibles”, señaló hace unos días el líder del PSOE.  

Recelos entre los socios parlamentarios

Trabajo, que lleva más de un año negociando con los agentes sociales y tratando de atraer el apoyo empresarial, tampoco cuenta por el momento con el beneplácito de sus socios habituales en el Congreso durante la presente legislatura. ERC, PNV y EH Bildu han mostrado sus reticencias a apoyar la norma, que justo esta semana ha empezado a exponerles Trabajo en su versión definitiva.

La oposición de las universidades -uno de los principales destinos donde los estudiantes realizan sus prácticas- está siendo frontal a la norma. Y para tratar de evitar su consecución está buscando las complicidades de los gobiernos autonómicos, que son los que acabarán gestionando las consecuencias efectivas de la misma.

"El Estatuto del Becario es una cuestión que preocupa a los equipos de gobierno de las universidades, tal y como ya han expresado los rectores, y que también nos preocupa como Departament porque pensamos que limita y restringe las prácticas académicas", afirman fuentes consultadas de la 'conselleria' de Recerca i Universitats de la Generalitat de Catalunya. Dicha oposición puede acabar condicionando el voto de grupos parlamentarios como el de ERC.

La Conferencia de Rectores (CRUE) también se ha opuesto a la obligatoriedad de que los estudiantes aporten una cotización mínima -está bonificada en el 95% por el Estado- a la Seguridad Social durante sus prácticas. Esta será una novedad que entrará en vigor a partir del curso que viene y que implicará un desembolso adicional para empresas y universidades. La CRUE ha pedido un año de moratoria para evitar pagar ya desde octubre.

Los sindicatos aprietan a Sánchez

Los sindicatos han aprovechado el acto que ha organizado Yolanda Díaz para firmar el último acuerdo del diálogo social de la legislatura para apretar a Pedro Sánchez y que cambie de parecer. "[El adelanto electoral] no es una cuestión que pueda aplazar algo que es necesario. Tiene que ser inminente la aprobación, no queremos que pase de esta legislatura que estas personas tengan esa protección", ha afirmado el secretario general de UGT, Pepe Álvarez.

"Traemos un acuerdo muy relevante al que teníamos obligación de dar salida en esta legislatura", ha afirmado su homólogo de CCOO, Unai Sordo. "Si [el acuerdo] no es tripartito es porque alguien ha decidido bajarse en el último minuto", ha añadido, apuntando a la patronal y su posibles intereses post 23 de julio.

El Ministerio de Trabajo lleva más de un año negociando en el seno del diálogo social el nuevo Estatuto del Becario. Un elemento que figura en el programa del Gobierno de coalición y que ambas formaciones ya defendían, por separado, desde antes. El PSOE llevaba en su programa electoral del 2019: "Aprobaremos un Estatuto del Becario, fomentando su retribución, limitando el encadenamiento de periodos de prácticas y estableciendo un porcentaje máximo de becarios en las empresas".

Trabajo ha ido dilatando las conversaciones con patronal y sindicatos en aras de recabar el apoyo de la primera. Hace unos meses llegó a cerrar un preacuerdo con las centrales para saca adelante el texto, que incluía medidas más restrictivas para las prácticas que las que contempla la última versión del acuerdo.

No obstante, Díaz alargó las negociaciones para buscar el 'ok' de la CEOE, sin conseguirlo. Arguyendo que "no es apropiada la aprobación de esta norma en un periodo de disolución de las cámaras", los empresarios se descolgaron de la negociación la semana pasada.

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