Esto es lo que pagarán los alicantinos con el nuevo euríbor

La ligera bajada de agosto apenas ahorrará seis euros mensuales a quienes revisen el interés de su préstamo con el indicador de este mes

Las organizaciones de usuarios alertan del riesgo de recurrir a la tarjeta de crédito para compensar la caída del poder adquisitivo

Dos posibles clientas miran las ofertas de una inmobiliaria en Alicante.

Dos posibles clientas miran las ofertas de una inmobiliaria en Alicante. / HÉCTOR FUENTES

David Navarro

David Navarro

No pasará de ser un pequeño alivio. A pesar de la ligera caída que experimentó el euríbor durante el pasado mes de agosto –cuando bajó del 4,149% al 4,073%-, quienes deban revisar su hipoteca este mes verán incrementarse considerablemente su cuota mensual, ya que este descenso en absoluto compensa el fuerte repunte que ha experimentado el indicador en los últimos seis meses o un año, los dos plazos más habituales para esta operación.

De esta forma, si se tiene en cuenta que el préstamo medio para la adquisición de una vivienda se sitúa en Alicante en 105.000 euros, con un plazo de devolución de 25 años, quienes revisaron en febrero pasarán a pagar a partir de ahora casi 33 euros más al mes –hasta una media de 618,1 euros mensuales-, mientras que los que lo hicieron en agosto del año pasado experimentarán una subida de hasta 160 euros. Eso sí, una subida que hubiera sido seis euros superior sin el dato de agosto.

Una situación que, además, se repetirá con todos los que tengan que pasar por este trámite al menos hasta principios del próximo año ya que, aunque los expertos no se ponen de acuerdo sobre sí el euríbor ha tocado ya su techo o no, lo que sí tienen todos claro es que permanecerá en un nivel muy cercano al actual hasta bien entrado 2024.

"La clave está en la reunión del próximo 14 de septiembre, en la que veremos si el BCE sube otro cuarto de punto más el tipo oficial del dinero o lo mantiene. Si lo sube, el euríbor podría alcanzar el 4,3% y, si no lo hace, se quedaría entre el 3,5% y el 4%", explica Laura Martínez, del portal iAhorro. En cualquier caso, Martínez señala que lo que seguirá a ese máximo no será una bajada pronunciada, sino un periodo de "meseta", en la que los tipos se mantendrán durante algún tiempo, con ligeras oscilaciones, como la que se ha producido en abril.  

Un cartel anuncia una hipoteca en una sucursal de Alicante.

Un cartel anuncia una hipoteca en una sucursal de Alicante. / Jose Navarro

En otras palabras, que los hipotecados tendrán que mantener el esfuerzo que están realizando para afrontar los pagos de su crédito. Y no se trata de un esfuerzo pequeño: si se tienen en cuenta los incrementos acumulados desde diciembre de 2021 –cuando el euríbor estaba en el 0,502 puntos negativos-, la cuota mensual media de las hipotecas en la provincia ha pasado de 372 a 618 euros, es decir, 246 euros más todos los meses o, lo que es lo mismo, unos 2.950 euros más al año.

Una cantidad nada desdeñable si se tiene en cuenta que el salario medio declarado en la provincia apenas alcanza los 17.649 euros, según datos de la Agencia Tributaria, uno de los más bajos del país.

Morosidad

A pesar de ello, lo cierto es que las últimas estadísticas del Banco de España reflejan que la morosidad hipotecaria incluso se ha reducido –en junio se situó en el 3,5%, 0,38 puntos menos que un año antes-, lo que no deja de sorprender.

En este sentido, la responsable de comunicación de la asociación de usuarios financieros Asufin, Verónica Rodríguez, apunta varios motivos para esta situación. Por un lado, son muchas las familias que han aprovechado el ahorro generado durante la pandemia para amortizar al menos una parte de la hipoteca y mantener a raya las cuotas. Pero, además, Rodríguez recuerda que, tras la anterior crisis, se aplicaron a rajatabla los criterios de riesgo, lo que significa que los importes concedidos se ajustaron a la capacidad de pago real de los demandantes, frente a los desmadres de la época del boom, cuando muchos ciudadanos conseguían préstamos incluso superiores a lo que habían pagado por la casa y que destinaban a otras compras.

La presidente del BCE, Christine Lagarde.

La presidente del BCE, Christine Lagarde. / Boris Roessler/Dpa

Pero, sobre todo, tanto la portavoz de Asufin, como la de iAhorro recalcan el hecho de que el mercado laboral sigue fuerte y no ha habido una pérdida significativa de empleos, que es lo que más influye en la morosidad.

Con todo, Verónica Rodríguez también alerta de las consecuencias que puede tener la pérdida de poder adquisitivo por parte de estas familias y, sobre todo, de la tentación de recurrir a nuevos préstamos para mantener el nivel de vida o hacer frente a determinados gastos, lo que puede derivar en un aumento del endeudamiento de los hogares, que puede dar lugar a nuevas situaciones problemáticas. Ante este disyuntiva, Rodríguez recuerda que siempre es mejor recurrir a préstamos al consumo "tradicionales", antes que echar mano de la tarjeta de crédito, que siempre tiene intereses muchísimo más elevados.