Apartamentos turísticos

Airbnb advierte de que la regulación “severa” de Nueva York ha traído subidas de precio de los hoteles y ningún cambio en la vivienda

Este emprendedor ha hablado de estudios que demuestran que la plataforma no es uno de los factores que inciden directamente en el precio de la vivienda

El fundador de Airbnb, Nathan Blecharczyk, en el Smart City Expo World Congress.

El fundador de Airbnb, Nathan Blecharczyk, en el Smart City Expo World Congress. / RICARD CUGAT

Paula Clemente

Fue una de las primeras ciudades con las que quisieron sentarse a hablar cuando su plataforma empezaba a rodar y, una década después, ha sido una de las que más contundentemente ha respondido a la serie de problemas que, popularmente, se asocian a Airbnb: este septiembre ha entrado en funcionamiento una norma en Nueva York que prácticamente impide a esta aplicación de alquiler temporal de vivienda turística operar allí. “Hemos retirado decenas de miles de pisos de la plataforma y, desde entonces, los precios de los hoteles han subido un 8% y no hay ninguna señal de que haya más vivienda disponible: en definitiva, nada ha cambiado, y eso sirve para mostrar lo que se puede esperar de un enfoque regulatorio tan severo”, ha respondido este martes el fundador de la compañía.

Este directivo, Nathan Blecharczyk, ha sido uno de los invitados estrella de la feria Smart City Expo World Congress, un evento que se celebra en el recinto Gran Via de Fira Barcelona desde este martes –mismo día en el que el Govern ha aprobado una nueva regulación que hará que las licencias de pisos turísticos dejen de ser perpetuas en Catalunya– hasta el jueves 9 de noviembre. Sobre el escenario del congreso, el emprendedor se ha mostrado favorable a que exista una regulación que establezca una serie de normas sobre su actividad, pero ha considerado que esta tendría que perfilarse muy de la mano con empresas como la suya.

“Si miras el Top 200 de ciudades Airbnb [aquellas donde la compañía tiene más apartamentos o más actividad], el 80% tienen algún tipo de regulación”, ha reconocido Blecharczyk, que ha atribuido la amplia variedad de normas existentes al hecho que este sea un ámbito habitualmente regido por leyes locales. “Es un fenómeno ‘mainstream’, por supuesto que tiene que haber normas y reglas”, ha añadido este directivo.

En Barcelona en concreto, donde este debate ha llegado a tener mucho protagonismo en la agenda política, el fundador de Airbnb asegura que la plataforma goza de buena relación con la administración pública. Especialmente desde 2018, cuando la aplicación se comprometió a compartir datos estadísticos con la localidad. “Hemos creado una mejor relación de confianza entre la ciudad y la plataforma”, ha respondido Blecharczyk. El emprendedor ha celebrado esta buena sintonía, especialmente ahora que la Comisión Europea está a punto de aprobar una regulación comunitaria para los alquileres de corto plazo que cuenta con el beneplácito de Airbnb.

Encarecimiento de la vivienda y masificación turística

Incluso así, este empresario ha dejado claro que no se siente responsable de la mayoría de problemas que se suelen relacionar directamente con soluciones como Airbnb. Este emprendedor ha hablado de estudios que demuestran que la plataforma no es uno de los factores que inciden directamente en el precio de la vivienda (“Es un problema estructural, hay elementos más importantes [que este]”, ha sostenido).

A similar argumento ha recurrido ante la cuestión de la masificación turística. “Es un problema de la industria”, ha dicho Blecharczyk que ha puesto como ejemplo Venecia o Austria, destinos muy demandados donde Airbnb apenas acomoda a un 5% de los turistas.

De hecho, el directivo ha ido más allá asegurando que Airbnb “tiene un rol positivo que jugar”. Primero, por lo que ha demostrado la regulación en NY: que la mayoría de pisos se han empezado a anunciar en otras plataformas con muchos menos controles que la suya. Segundo, porque, según ha dicho, la aplicación es una fuente de ingresos para mucha de la gente que vive en estas ciudades. A modo de curiosidad, Blecharczyk ha explicado que en España, de media, un anfitrión gana 4.000 euros al año de este modo.