CaixaBank prevé que la Comunidad Valenciana crezca un 2,4% este año

El debilitamiento de la demanda externa frena la actividad industrial y las exportaciones en la segunda mitad del ejercicio

La terminal de contenedores del puerto de Alicante.

La terminal de contenedores del puerto de Alicante. / Pilar Cortés

David Navarro

David Navarro

El PIB de la Comunidad Valenciana cerrará el año con un incremento del 2,4%, según las últimas estimaciones de CaixaBank Research, lo que supone un crecimiento idéntico a la media nacional y una décima más de lo previsto en su anterior estimación de septiembre.

Tras mejorar un 5,7% durante el pasado ejercicio (una décima menos que la media), la economía valenciana mostró una "notable resiliencia en el primer tramo del año", de acuerdo con los responsables del servicio de estudios. Sin embargo, el panorama en la segunda mitad se está viendo ensombrecido por el "debilitamiento de la demanda externa, que está afectando a la actividad industrial y a las exportaciones". Por el lado positivo, se sigue creando empleo a buen ritmo y el sector turístico recupera las cifras prepandemia.

De esta forma, el análisis de CaixaBank Research señala que el empleo está mostrando una mejor evolución que en el conjunto de España, con un aumento de afiliados del 4,7% en 2022 (vs. 3,9%). En octubre de este año el crecimiento se ha amortiguado (2,8% vs. 2,6% en España), pero la cifra de afiliados supera en un 9,8% el nivel de octubre de 2019 (+7,1% en España). Hostelería, actividades sanitarias y sobre todo educación son las actividades más dinámicas en términos de empleo en el último año. Por su parte, la tasa de paro se sitúa en el 11,8% en el tercer trimestre de 2023, cifra que iguala la media española y que mejora los registros del cierre de 2019 (14,1%).

Una vista del polígono industrial de Las Atalayas.

Una vista del polígono industrial de Las Atalayas. / Información

Por su parte, el comportamiento del consumo está siendo más favorable que en el conjunto español. Así, las ventas minoristas (en volumen) apenas crecieron un 0,1% en 2022, un dato que mejora, en todo caso, al de España (–1,0%), mientras que en el periodo enero-septiembre de este año crecen un 9,2% interanual (vs. 8,0%); de este modo, se sitúan un 6,4% por encima de los niveles de 2019 (+3,0% de media española).

En cambio, la producción industrial presenta una evolución algo peor que el conjunto de España. Tras crecer en 2022 un 2,3%, apenas una décima por debajo de la media, el IPI retrocede un 3,0% interanual en enero-septiembre de 2023 (vs. –1,0%), afectada por el debilitamiento de la demanda externa; en todo caso, se encuentra un 0,5% por encima de los niveles de 2019 (–1,1% en el conjunto del país).

Las exportaciones de bienes tuvieron un buen comportamiento en 2022, tras el modesto crecimiento del año anterior: crecieron un 22,2%, ligeramente por debajo de la media nacional (22,9%). Dentro de un tono positivo generalizado, destacaron las ventas de semimanufacturas –en especial productos químicos– y automóvil. Este año el comportamiento no es tan favorable y retroceden un 3,6% interanual hasta septiembre (vs. +0,3%), si bien superan en un 22,3% los niveles de 2019 (vs. +32,6%).

Turistas en la playa de Benidorm.

Turistas en la playa de Benidorm. / David Revenga

La autonomía presenta un elevado peso de las actividades turísticas, pero tiene menor  dependencia del turismo internacional que España: en 2019, el 52% de las pernoctaciones en establecimientos turísticos fueron de extranjeros (vs. 64%). La recuperación ha sido más modesta en la región: en 2022, las pernoctaciones totales anotaron una subida del 55,5% (+73,3% en España), mientras que en enero- septiembre de este año se encuentran un 3,1% por encima de los niveles de 2019 (vs. +1,0%).