El Elche se mostraba cauteloso pero optimista en la presentación de su campaña de abonos, con la idea de poder acoger en el Martínez Valero al mayor número de aficionados posible. Sin embargo, la realidad se topaba pronto con las esperanzas ilicitanas. El president de la Generalitat, Ximo Puig, anunciaba que la afluencia a los recintos deportivos en interior de la Comunidad Valenciana quedaba reducida al 50% del aforo, pero con un máximo de 1.500 personas. En recintos al aire libre no se especificó ninguna novedad, por lo que se mantendría vigente la cifra de 3.000 espectadores, separados en tres sectores de mil cada uno.

Por lo tanto, este será el número de espectadores que podrán asistir el duelo frente al Athletic, correspondiente a la primera jornada de Liga. Un número reducido, como ya ocurrió con los que asistieron al de la última jornada, contra el mismo rival, en mayo. Para más inri, la fecha límite hasta la que se aplicará las medidas anunciadas por el gobierno autonómico es el 16 de agosto, justo el día del partido del Elche.

Esta medida afectará también el partido frente al Levante, correspondiente al Festa d'Elx, que se celebrará el día 7 de agosto. Y supondrá un quebradero de cabeza para el club en la campaña de abonos que se pone en marcha hoy mismo, ya que resulta obvio que la oferta que en estos momentos puede poner encima de la mesa el Elche (3.000 aficionados) está muy por debajo de la demanda de seguidores que querrán renovar o hacerse el abono (unos 13.000 en Segunda División, objetivo de 20.000 para esta campaña).