Con las normativas autonómicas y locales en la mano, El Tempir no se ha limitado exclusivamente a reclamar que se retome el topónimo valenciano Elx (incidiendo también en que por acuerdo plenario, los nombres de las partidas rurales on exclusivamente en valenciano), sino que ha recurrido en los últimos años en una 60 ocasiones al Síndic de Greuges, en numerosos casos en los que el Ayuntamiento ha optado por ejemplo por rotular sólo en castellano «Puente de Canalejas», la placa del paseo renombrado Alcalde Vicente Quiles, o el Parque Deportivo Emilio Villanueva (en el que inicialmente se obvió la fórmula Parc Esportiu). Ante estos ejemplos, que el Síndic va instando al Ayuntamiento a rectificar, el consistorio responde que lo resolverá cuando tenga disposición presupuestaria, algo que El Tempir considera que incluso supone a una malversación de fondos, puesto que se gasta dos veces dinero en rotulación cuando podría hacerse bien a la primera. Así, está desarrollando casi una campaña de vigilancia activa en las calles, recurriendo cada señal, cartel o publicación municipal que se empeña, según consideran, por persistir en incumplir la normativa lingüística. Estas actuaciones y otros síntomas como «vaciar de contenido» el 9 d'Octubre o el trabajo de la Oficina de Promoció i Ús del Valencià son «una política de intentar esconder la valencianidad lingüística y cultural de Elche», considera el presidente, Josep Enric Escribano. e. g. b.
