El mes de julio ha empezado con mal pie en las playas ilicitanas. Desde el día 1, la bandera roja ha ondeado todos los días en el litoral, estropeando las calurosas jornadas de playa para vecinos y visitantes. El mal estado de la mar ha obligado a prohibir el baño durante los últimos días. Una situación que se espera que continue durante este fin de semana.
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Así, los primeros visitantes que ha recibido este mes el litoral se ha encontrado con un acompañante molesto que les ha impedido disfrutar con plenitud del inicio de las vacaciones.
Una situación de inestabilidad en el mar que ha dado más trabajo en la playa, ya que durante estos días el personal del servicio de socorrismo, que presta DYA, está teniendo que emplearse a fondo para advertir de los peligros a los que se enfrentan los bañistas si se adentran en el mar.
Una socorrista de Arenales de Sol explicaba que «cuando hay bandera roja no paramos de recorrer la orilla pidiendo a la gente que salga del agua, y explicándole a qué se enfrentan, el peligro que corren de acabar atrapado por una ola o una corriente que no les deje salir». En la mayoría de los casos, apuntaba la socorrista, «la gente nos obedece, ya que cuando les cuentas lo que les puede pasar son receptivos y acaban saliendo del agua».
No obstante, sí que hay gente que se toma la normativa a la ligera y, al final, hace que sea necesario requerir la presencia de los agentes de la Policía Local en la orilla, para obligarles a salir.
Los casos más graves que se han registrado estos días son los que han requerido la intervención de los socorristas de Arenales que han tenido que entrar en el mar, con embarcaciones para ayudar a salir del agua a personas que presentaban dificultades. Estos días también ha sido necesario que la Policía Local se pasee por la costa con una embarcación para vigilar a los bañistas.