El Museo Escolar de Pusol no ha atravesado por su mejor momento en los últimos meses. En la más absoluta asfixia económica, y con pocos apoyos más allá de buenas palabras, el centro se vio obligado a despedir a parte de su personal e incluso amagó con el cierre. Y todo ello pese a estar en el Registro de Prácticas Ejemplares del Comité para la Salvaguarda del Patrimonio Inmaterial de la Unesco.

Sin embargo, ahora el museo abre una nueva etapa, después de que se haya materializado el objetivo que hace unas semanas se marcaron empresarios, profesionales liberales y algún que otro ciudadano a título individual: salvar todo el proyecto -incluido el educativo- que lleva asociado el Museo de Pusol y amarrar su supervivencia. Para ello, ya se ha constituido una nueva junta directiva, presidida por el director general de Grupo Antón Comunicación, José Antón Puntes, que estará acompañado por otros empresarios como Sergio Ros, de Mustang; Juan Perán, de Pikolinos; o Enrique Martín, de Ibidem Abogados; o por Pascual Serrano, de ADR; el periodista Javier Coloma o el geógrafo Vicente Bordonado.

De momento, el primer objetivo es garantizar la continuidad. Para ello, la nueva cúpula ya ha arrancado el compromiso a una treintena de empresarios para que suscriban un convenio por cinco años a razón de 1.000 euros por cada ejercicio, aunque el objetivo es llegar a más, para evitar volver a pasar por los episodios del pasado más reciente.

También se quieren firmar convenios con otras instituciones, en particular con la universidades. Hoy por hoy, ya existen acuerdos con la Universidad Miguel Hernández y con la Universidad de Alicante, pero el objetivo es lograr más implicación, y llegar a otras. Sin ir más lejos, ya han comenzado las conversaciones con el CEU para que también respalde el proyecto.

No son los únicos pasos. Vencidas las resistencias iniciales que parece que había puesto el Ayuntamiento ilicitano, sobre todo cuando en el primer momento se le presentó, allá por octubre, esta hoja de ruta, el reto ahora es mejorar los vínculos con el Consell y con la Diputación de Alicante, e incluso establecer más nexos con la red de museos tanto municipal como provincial. Ahora bien, por encima de todo, la nueva directiva incide en la necesidad de que las instituciones reivindiquen y pongan en valor ese reconocimiento que supone estar en el Registro de Prácticas Ejemplares del Comité para la Salvaguarda del Patrimonio Inmaterial de la Unesco.

De forma paralela, se empezará a trabajar en la constitución de una fundación que sea la que, pasada esta etapa de transición, se haga con las riendas del proyecto. Mientras tanto, y, al lado de la junta directiva, seguirá trabajando la Asociación Amigos del Museo Escolar de Pusol. De momento, la primera reunión se ha fijado para esta misma semana. Por lo que respecta al personal despedido, se tratará de impulsar un plan de readmisión de esos trabajadores.

En cualquier caso, José Antón Puntes ponía el acento ayer en que «lo importante ya se ha hecho, aunque hay cosas que se pueden mejorar y se pueden hacer mejor. La gente de Pusol sabe del proyecto educativo y, hasta ahora, lo ha hecho muy bien, y lo que vamos a hacer nosotros es trabajar para que todos entiendan bien el proyecto y haya más implicación de las instituciones, aunque, por ahora, hemos encontrado mucha receptividad». En esta línea, subrayó que «de lo que se trata es de que todos entiendan que esto no es un proyecto personal, sino comunitario».