Anglada Cerezuela, el dúo que desde hace tres años forman Jaime Anglada y Carolina Cerezuela, cantante además de actriz, ha firmado dos discos desde que la idea de grabar juntos "sucedió, no surgió". Ahora presentan 'Detrás del corazón', el trabajo que toma el relevo de 'Manzana de caramelo', con un puñado de canciones compuestas para ser interpretadas a dúo, temas para "escuchar en la oficina" o leyendo, 'reggaeton' "para venirte arriba" o música para "viajar con ella".

Para ellos es un paso al frente con la seguridad de "conocerse más". "Un disco con el que queda claro lo que queremos hacer y cómo lo queremos hacer", resumen.

-Hasta 2016 conocíamos la trayectoria musical de Jaime, pero de Carolina solo conocíamos la interpretativa. ¿Cómo surgió la idea de trabajar juntos?

-Anglada. Bueno, la verdad es que no surgió. Sucedió. Sucedió porque cuando a mí me piden que escriba una canción para que la cante Carolina nos conocemos y ahí aparece lo que nosotros llamamos la serendipia. Entonces nos caemos muy bien y vemos que lo que sucede es bonito y nos divierte. Nos conocemos en febrero de 2016 y en octubre ya habíamos grabado nuestro primer disco, 'Manzana de caramelo', que sale en marzo de 2017. Y en febrero de 2018 nos vamos a Nashville a grabar nuestro segundo disco, 'Detrás del corazón', del que estamos hablando ahora.

En este periplo nos hemos ido conociendo y después de muchos momentos maravillosos y algunos difíciles como amigos, empresarios, músicos y artistas, tenemos más ganas de seguir escribiendo canciones, subiéndonos a escenarios y dedicar tiempo a gente como tú para contarles nuestra historia musical.

-Echando la vista atrás, ¿qué recordáis de aquellos inicios?

-Cerezuela. La sencillez, la adrenalina con la que surge un poco todo. Un proyecto en cualquier profesión es: "Venga, vamos a hacerlo", "venga, vamos a buscar una persona que lo pueda hacer". En este caso, en el que Jaime quería hacer un dúo, "venga, pues voy a buscar la persona"". O podía haber decidido "oye, quiero dejar la interpretación y quiero cantar ya". Pero es que realmente todo surge. Es la sensación de que la vida te pone un tren delante que no has buscado, que aparece de una manera muy casual, muy orgánica, muy sencilla.

Cuando echas la vista atrás, dices: "Caray. Todo lo que hemos hecho siendo conscientes de que lo hacíamos, pero sin realmente dar valor a lo que estábamos haciendo". Son ya dos discos cuando realmente hay gente que lo tiene que pelear y que realmente es muy difícil.