Compromís condiciona su apoyo a la investidura del alcaldable socialista, Carlos González, a que haya un gobierno en coalición. Si no hay pacto para los próximos cuatro años, los de Mireia Mollà rechazan votar a favor de que el candidato del PSOE a la Alcaldía mantenga la vara de mando del Ayuntamiento en el acto de la toma de posesión que se celebrará el próximo 15 de junio.
Así lo aseguró ayer la portavoz de la comisión negociadora de pactos de Compromís a este diario, Esther Díez, quien reiteró, además, que «lo dijimos desde el primer momento: solo contemplamos un acuerdo de gobierno conjunto». Eso supondría varias opciones, o que se abstengan, o que se voten a sí mismos, ya que del todo es improbable que dieran su respaldo a la derecha.
Sin embargo, no contar con los votos de los dos concejales de Compromís, ni llegado el caso, los del resto de formaciones, no impediría que Carlos González repita, aún estando en minoría, como regidor en el próximo mandato más al liderar la fuerza más votada, con doce ediles. En este sentido, la ley orgánica del Régimen Electoral recoge que si ninguno de los cabeza de lista obtiene mayoría absoluta es proclamado alcalde el concejal que encabece la lista que haya obtenido mayor número de votos populares en el municipio.
En 2015, Carlos González contó con el sí de los cuatro ediles de Compromís para hacerse con el control del Ayuntamiento, además del respaldo de los dos concejales de Ilicitanos por Elche y del Partido de Elche, que le dieron la suma de 15 votos.
Ahora el escenario es muy distinto y pese a esa sintonía que escenificaron con los socialistas tras salir de la primera reunión, los de Mireia Mollà están tensando la cuerda para lograr su propósito de reeditar el pacto de gobierno.
De hecho, el mensaje que ya trasladaron en esa primera toma de contacto a los que han sido sus principales socios fue que serían gobierno u oposición, pero nada de acuerdos a medias tintas como los socialistas ilicitanos aspiran en su primera opción.
En mitad de este tira y afloja entre las dos fuerzas políticas, desde la sede de General Cosidó se aferraban ayer a la disposición realizada durante la negociación del Botànic, que pasa por que los partidos minoritarios respalden a los mayoritarios en las investiduras, al margen del acuerdo de gobierno que se llegue en cada municipio. De hecho, en Crevillent o en Aspe todo apunta que el PSOE cumplirá con esta consigna. La investidura será sin duda uno de los asuntos que aborden los dos partidos en la reunión que han fijado para el próximo lunes para buscar consenso sobre el programa de gobierno para los próximos cuatro años.
A partir de ahí, tendrán que negociar lo más difícil, el «cómo», si hay coalición o no la hay a menos de diez días para la investidura. Y es aquí donde el PSOE tiene en su tejado la decisión, tendrá que sopesar si le compensa más gobernar en solitario y en minoría, para lo que necesitará apoyos puntuales de Compromís, que de momento han rechazado, o de Ciudadanos, que siguen si darle fecha para un encuentro tras cancelar el que estaba previsto para esta semana.
Prioridades: política social, servicios públicos y empleo
PSOE y Compromís aseguran que coinciden en la mayoría de las propuestas para diseñar un programa de gobierno
PSOE y Compromís han intercambiado ya los borradores de sus programas y de sus prioridades para el próximo mandato con el objetivo de diseñar conjuntamente una hoja de ruta para la ciudad y negociar después si habrá uno o dos partidos al frente del timón del Ayuntamiento.
Las dos formaciones coinciden en el buena parte de las medidas que quieren poner en marcha, tal y como aseguraron ayer. Los socialistas apuestan por tres ejes principales: la política social, la mejora de los servicios públicos y la promoción económica. Además, destacan la necesidad de impulsar la candidatura Elx 2030 para que la ciudad se convierta en capital verde europea. En la misma línea se ha pronunciado Compromís en la propuesta que han remitido a sus todavía principales socios de gobierno.
La coalición pone el foco en los planes de acceso a la vivienda, en la sostenibilidad, en el impulso a la economía apostando por los sectores tradicionales y por el desarrollo del centro de diseño y de moda del calzado, como ejemplo. Asimismo, comparten con los socialistas que la política social tiene que volver a ser otro de los pilares del próximo gobierno, repitiendo una de las medidas estrella de este mandato: las ayudas dirigidas a las familias más vulnerables para pagar el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI). Unos y otros hacen referencia a la importancia de materializar los proyectos impulsados en estos cuatro años, como la ampliación del Parque Empresarial, el contrato de limpieza y la gestión municipal del bus a las pedanías.
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