Vox empleó buena parte de su intervención en recordarle al equipo de gobierno las críticas de las pedanías y de los consejos de la ciudad del día anterior. «Fueron palabras tristes, asuntos que se repiten año tras año y que a mí me estarían martilleando la cabeza», dijo la portavoz de la formación, Amparo Cerdá. La representante de la formación de Santiago Abascal criticó la utilidad del debate del estado del municipio. «Son cinco monólogos y un mitin, el del alcalde. El equipo de gobierno no debate ni con ustedes (los vecinos) ni con nosotros», denunció.
Vox cargó, además, contra el «fantasma del Mercado Central», el «abandono del Palmeral», el Pativel, el estado del polígono de Carrús, los vertidos en el campo, las inundaciones por la falta de limpieza de barrancos, los centros sociales que no han llegado, la limpieza, los barracones. Con todo ello, le pidió al alcalde que «actúe de una vez, ha empezado mal, subiendo impuestos, algo innecesario». Amparo Cerdá también denunció que el uso exclusivo del valenciano en algunas señales del municipio suponen un «perjuicio» para muchos turistas. Su segunda intervención fue más dura. La portavoz de Vox calificó de «show» el debate del alcalde, tildó su postura de «arrogante» y llevó al pleno los lemas de su partido. «La izquierda ha hecho alarde de su pensamiento único: si no participas nos tachan de racistas, machistas y xenófobos», en respuesta a las críticas recibidas por desmarcarse de la declaración institucional de la violencia de género. Es más, acabó Vox acusando al PSOE de asociarse con «la extrema izquierda, partido defensor del genocidio de maduro y de la tiranía iraní, con independentistas y proetarras».