Al margen del rodeo que tendrán que dar los AVE que conectarán Elche y Orihuela con Madrid, con parada incluida en Alicante, un hecho que ha levantado indignación entre los políticos y los empresarios ilicitanos y de la Vega Baja, la llegada de la Alta Velocidad a territorio ilicitano está generando muchos quebraderos de cabeza al equipo de gobierno local y despertando recelos entre una ciudadanía que se plantea varias dudas. La principal de ellas es la de dónde se encuentra la nueva estación de Elche,alejada del casco urbano y situada en la pedanía de Matola. Pero la incertidumbre va más allá y lleva a preguntarse por la conexión de transporte urbano que se pondrá en marcha o por las facilidades que habrá a la hora de aparcar. El desconcierto es tal que son muchas las voces que opinan que, al final, saldrá más a cuenta coger el Cercanías hasta Alicante y subir al AVE en la capital de la provincia.
«¿Dónde está la nueva estación?» ha sido una de las preguntas que más se han repetido los ilicitanos los últimos meses porque todos oyen hablar de ella y no se ve por ninguna parte. La falta de señalización también juega en contra del interés por dar a conocer una instalación de la que presume el Ayuntamiento y que el alcalde, Carlos González, considera uno de los proyectos estrella que se materializarán durante 2020, junto a la construcción del instituto número 11 (Vicente Verdú) o la urbanización del Campus Tecnológico.
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Pese a que está previsto que la Alta Velocidad se ponga en funcionamiento este año, es prácticamente misión imposible dar con un cartel que indique cómo se llega a la nueva estación. Al tomar el desvío en la carretera de Crevillent, todas las señales marcan la dirección de Matola y Algoda pero no hay rastro de la instalación del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (antiguo Fomento). Tan solo hay un cartel en el que aparece el nombre de la estación. Eso sí, se encuentra cuando uno ya se ha dado de bruces con las vías del tren, en las que los operario continúan trabajando.
Apeadero
Aunque los datos que manejan las instituciones hablan de que millones de usuarios se beneficiarán de esta línea de AVE, la sensación extendida en Elche es que lo que se va a encontrar la ciudadanía es un apeadero difícil de divisar y nada cómodo para acceder, con un aparcamiento del que no se sabe si será gratuito o de pago y en qué condiciones o si tendrá seguridad medidas de seguridad.
Basta con acercarse a las instalaciones en las que todavía se está ejecutando la obra para comprobar que la distancia que separa la estación del centro de la ciudad supera los 20 minutos. Y esto, lógicamente, varia en función del estado del tráfico, que es elevado en muchos tramos del día en las zonas industriales que hay que atravesar hasta llegar.
En dirección desde el centro de Elche, para desviarse a la estación hay que salir por una rotonda de la carretera de Crevillent en la que no hay ningún tipo de señalización. La única referencia que se ha extendido a través del boca a boca es que es la glorieta en la que se encuentra el restaurante-asador Mayordomo. A partir de ahí hay que atravesar una serie de rotondas en las que solo se indica que se está yendo hacia Matola y Algoda, por una sucesión de caminos estrechos, algunos de ellos con un deficiente asfaltado, en los que será necesaria una importante inversión para su acondicionamiento cuando la presencia del AVE sea una realidad.
Otra entrada a esta escondida estación del AVE llega también desde la carretera de Crevillent. Si se sigue este itinerario, los carteles avisan de que se va en dirección del camino de Los Mallorca, otro de los senderos que discurren por el Camp d'Elx. Alcanzado este punto, y cuando se suceden los mensajes políticos que ponen en valor la inminente llegada de la Alta Velocidad a Elche, la incertidumbre es creciente entre una población que solo tiene una certeza: es mucho el trabajo que queda por hacer para dar a conocer cómo se llega al AVE de manera cómoda.
Referencia para la provincia y puerta de entrada turística
Una de las prioridades del actual equipo de gobierno para este año es la puesta en marcha del AVE en Elche. El propio alcalde, Carlos González, ha defendido en numerosas ocasiones las bondades que tiene, a su juicio, este proyecto. El Ayuntamiento considera que la estación de Matola acabará convirtiéndose en un punto de referencia para toda la provincia y que será una gran puerta de entrada para el turismo, principalmente para el que se dirija a las localidades de la Vega Baja.
El propio González espera que el AVE en Elche suponga un revulsivo económico y carga las tintas contra el gobierno del Partido Popular, al que acusa de mutilar una instalación que, finalmente, es más pequeña que lo que se proyectó en un principio. El alcalde también promete mejorar los actuales accesos desde la Nacional 340 en beneficio de los usuarios.