P ¿Quién es Isla Vela?
R Es una mujer que se ha ido descubriendo con el paso de los años. Cuando era niña me encantaba escribir poesía y guardarlas en un cajón porque lo veía como un simple juego. Pasó el tiempo y se me daban bien los idiomas y fue entonces cuando decidí estudiar Traducción e Interpretación y así viajé a muchos países y tuve trabajos muy importantes, pero que no me llenaban. Cuando nació mi hijo, se despertó esa niña interior a la que nadie la había guiado a nivel profesional, y desconocía que se podía vivir de una vocación, ya que la mía era ser escritoria. Comencé a escribir cuentos infantiles y poesías dedicados a mi hijo, que fue quien hizo que lo que tenía dentro saliera a la luz, y con ayuda de mi hermano hice una página web donde pude plasmar todo lo que guardaba. Para mí la poesía es terapéutica,ya que sacas el dolor de dentro afuera por necesidad propia, como una forma de desahogo.
P Su nombre real es Isabel Cañadas, ¿qué fue lo que le llevó a cambiar algo tan personal?
R Un día la ilustradora de mi libro «Poesiaemoción» me preguntó que qué me parecía si me cambiaba el nombre a Isla Vela, ya que desde pequeña mi hermana me llamaba así y siempre he sentido que ese nombre va mucho conmigo. Todos somos pequeñas islas, desconocidas para muchos y muy pocas veces conocidas por nosotros mismos. Así, la vela también tiene una función muy importante pues lo mismo nos arroja luz, que nos lleva de la isla a tierra firme. Eso supuso una transformación total para mí, hasta el momento en el que existen dos personas: la Isa del pasado y la Isla del presente.
P Con este cambio tan grande, ¿siente que ha habido un antes y un después en su vida personal?
R Me cambié el nombre porque conecto más con la Isla que soy ahora. Yo antes seguía el ritmo de la sociedad. Isa siempre quería ser la hija perfecta, la amiga perfecta e Isla vive su vida y mi parte más creativa ha salido a la luz, formando parte de la persona que soy ahora mismo. De alguna manera, yo no lo dejé todo pero tuve que dejar cosas atrás, sentía que tenía que soltar para continuar mi camino. Tenía en mi vida personas que no entendían quién quería ser y con las que yo dejé de lado mis ambiciones. Hice un trabajo de desapego muy grande, ya que cuesta mucho tomar decisiones en la vida y decir adiós, pero es algo que debemos hacer para poder avanzar y ser cada día mejores.
P Escribir es ponerle letras a los sentimientos y darles sentido. ¿Cómo logra la inspiración para llevar a cabo historias tanto para niños como para adultos?
R Pese a que es lo más difícil, es lo que más me apasiona. Siempre me pongo en los zapatos de la otra persona, ya que también escribo cuentos personalizados y debo decir que esto es posible porque es cierto que las manos están conectadas al alma, por eso mismo cuando escribo todo fluye y llega a su lugar, de esta forma canalizo lo que llevo dentro y conecto con los sentimientos. Siempre me centro en lo que quiero aportar y cómo puedo ayudar a las personas, y a partir de ahí salen solas las palabras. Algo que he aprendido es que los cuentos están hechos para dormir a los niños y despertar a los más mayores.
P Por otro lado, también desarrolla proyectos educativos en los colegios. ¿Cómo lleva la poesía a los más pequeños?
R Siempre he pensado que los niños son fuentes, no botellas de agua a rellenar. Desde que somos pequeños nos ponen a memorizar, pero no a conocernos a nosotros mismos. Ahora se lleva mucho la gestión emocional, y es algo que me alegra. Por ello,mi proyecto «Cuentoemoción» siempre empieza con una poesía acompañada con melodía y acto seguido comenzamos la lectura. La magia se crea después, cuando pasamos al debate y los niños se abren para contar sus moralejas y conclusiones. Muchas madres se sorprenden incluso de lo que piensan sus propios hijos.
P A nivel interno, trabajando codo con codo con la creatividad y las emociones ¿qué le ha aportado?
R Para mí todo lo que hago es una retroalimentación. Estar cerca de los más pequeños me ha ayudado a conocerme mejor y a saber cómo hacerlo con mi propio hijo. Por otro lado, me encanta trabajar con jóvenes, ya que aprendo de sus inquietudes y sus dudas. Al final trabajo con las personas y esto me hace conocerme día a día y me ayuda a poder conectar con todo aquel que está a mi lado. Mi propósito en esta vida es aprender de los demás, superarme y avanzar, esto es una cadena que hace que luego continúe escribiendo, ya que toda experiencia me lleva a otra nueva historia.
