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Cuidando de las emociones en las clase de Elche

Alumnos y docentes de la provincia hacen ejercicios de higiene postural para reducir el estrés por la pandemia

Alumnos de un grado del IES Cap de l’Aljub realizando ejercicios de higiene postural.

Cuidar del estado físico y de la salud emocional en el aula para que la crisis sanitaria por el covid-19 no baje los ánimos ni del profesorado ni de los estudiantes. Para que la comunidad educativa se encuentre estable y no se sienta decaída por la pandemia y los efectos colaterales que trae como la distancia social, se está trabajando desde que arrancó el curso escolar en varios centros de la provincia con una metodología novedosa de higiene postural, premiada por la Generalitat, que persigue no sólo que el alumno y el profesorado adquieran pautas para estar en una buena posición en clase, si no que también puedan gestionar de una forma positiva las emociones a través de ejercicios de respiración, concentración, un poco de conocimiento corporal y movimiento postural acompañado de música que se pueden realizar en pequeñas píldoras entre las clases, y sobre todo al aire libre. Este programa, bajo el nombre Higiene Postural-Emocional Espalda Sana, surgió hace tres años por parte de Marly Cordones, una profesora dedicada a la prevención de riesgos laborales en los grados del IES Cap de l'Aljub de Santa Pola.

El programa se basa en ejercicios de relajación y motivación. INFORMACIÓN

Desde entonces el proyecto se ha expandido a más de una docena de centros del país y la metodología está calando en varios niveles educativos. Con la pandemia este tipo de programa está teniendo una mayor aceptación ya que se están notando capítulos de estrés entre el profesorado y el alumno derivados de la mochila de incertidumbre que genera el virus y todos los protocolos sanitarios que tienen que cumplirse. «En estos momentos el movimiento emocional está influyendo porque el alumnado viene despistado, está asustado. Se está potenciando la comunicación no verbal a través de los ojos», explica Cordones. Al hilo la profesional reseña que su iniciativa ha tomado mucho cuerpo «porque es alegre y con la tristeza que tenemos todos la parte emocional sale y es un momento clave para este tipo de proyectos en el que miras al otro... porque llegan alumnos a los que ahora sólo se conocen los ojos al llevar mascarilla y es una forma diferente de conectar», explica.

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