Las Velles de Serra, una tradición en Elche ligada desde tiempos ancestrales a la Cuaresma, que fue recuperada por el Patronato Histórico Artístico y Cultural de Elig hace cuatro décadas, no se ha celebrado por segundo año consecutivo y, aunque en 2020 tenía una justificación clara: los ciudadanos estaban todos confinados en sus hogares porque el mitad de la Cuaresma cayó después de que se acordara el toque de queda y por lo tanto nadie podía ver estos originales monigotes, divertidos, con críticas sociales o a la situación de la ciudad, en este 2021 el Ayuntamiento no le ha dado su respaldo para que se organizaran, según explicó ayer Pepe Payá, á preguntas de INFORMACIÓN. El argumento del Ayuntamiento es exclusivamente el covid, lo que tampoco tiene mucha lógica para cualquier ilicitano que sepa cuánta gente de forma simultánea se agolpa para ver estos muñegotes.
Las Velles de Serra se instalaban en balcones o en plena calle y se organizaba un divertido concurso, con premios en metálico muy modestos para salvar la tradición, lo que había permitido que arraigara en centros públicos y privados que también organizaban su concurso y un jurado los visitaba y puntuaba, compitiendo entre sí y dando sentido a una tradición que en estos momentos se ha perdido. De hecho, ni los responsables municipales han dado explicación sobre esta decisión. Municipios vecinos, como Callosa de Segura, sí lo están celebrando con normalidad este año, aunque allí se denomina Partir la Vieja.
Es curioso constatar cómo la propia página de turismo del Ayuntamiento de Elche dignifica esta tradición con estas palabras: "En el ecuador de la cuaresma, se celebra en Elche el día de le Velles de Serra, grandes monigotes improvisados colocados en calles y balcones. Esta tradición que se realiza desde el año 40, se perdió durante unos años y es sobre 1981 cuando se recupera nuevamente en la ciudad.
Les Velles de Serra significan un respiro a mitad de la cuaresma. Ese día todos salían a la calle con una cesta, un tronco de madera o un ninot pequeño que simbolizaba la “vieja cuaresma” y una sierra, pasando de casa en casa recogiendo lo que las personas daban en especies, una vez finalizada la recogida se serraba “la vieja” o el tronco.
Estas especies de ninots, disfrazados de “Agüela” con ropa vieja y utensilios domésticos, colocados en las puertas y balcones son realizados para satirizar a personajes públicos de Elche como políticos o famosos.
De preferencia aparecían en los sitios más concurridos, y en aquellos tramos más populares del Elche antiguo. El Raval y el centro de la ciudad son los barrios donde tradicionalmente exponen más Velles de Serra. También muchos colegios exhiben en las puertas estas figuras.
