El portavoz del equipo de gobierno en Elche, Héctor Díez, ha reconocido hoy en una comparecencia que los técnicos no saben qué le pasa al Pont del Bimil.lenari que prácticamente desde su inauguración ha presentado problemas de toda índole. Cinco meses después de un asfaltado que costó 80.000 euros, que incluyó el propio tablero, la Policía Local ha tenido que cerrar con conos uno de los dos carriles de una de las rotondas, donde supuestamente está toda la infraestructura de los tensores que hacen que el puente parece que levite sobre el río, lo que supuso al equipo redactor un premio internacional.
El Ayuntamiento, tras la publicación por INFORMACIÓN ayer de este nuevo desperfecto, ha anunciado que va a destinar parte de los cien mil euros de una partida genérica que se iba a destinar este año para revisar todos los viaductos de la ciudad, a realizar un informe en profundidad. El edil aseguró que tanto la empresa que construyó la infraestructura, que pretendía ser un icono pues fue encargada cuando la ciudad iba a cumplir dos mil años de historia, de ahí su nombre, como el equipo redactor del proyecto han sido consultados para saber qué puede estar pasando. La gestión no ha aclarado las dudas.
En 2009 tuvo que estar dos meses cerrado porque se hundió parte de la rotonda que hay junto a la Universidad Miguel Hernández, aquel hundimiento se atribuyó a unas fuertes lluvias. Héctor Díez aseguró que cuando se detectó el socavón actual, que fue tapado el pasado mes de diciembre al tiempo que se procedía a la mejora del asfalto, se le dijo a la brigada de Parques y Jardines que cerraran el riego al considerar que se podría estar produciendo algún tipo de filtración y que esto, en un terreno que no sería del todo consistente, podría estar provocando un corrimiento y el consiguiente socavón. El portavoz municipal hizo referencia a un estudio geotécnico del suelo que se tendrá que hacer, aunque antes de la construcción del puente se realizó por los ingenieros para saber la calidad del mismo. Ahora se va a ver si este es el problema. "No estamos hablando de que se pueda caer", tranquilizó el concejal.
El puente era propiedad de la Generalitat Valenciana, en tiempos de Luis Fernando Cartagena (Partido Popular) como conseller de Obras Públicas, se adjudicó y se construyó. En los años siguientes tuvo algunos problemas, como por ejemplo el cableado eléctrico que hacía que se iluminara, que tuvo que retirarse porque se produjeron algunos episodios de corriente que pasaba por los pasamanos, según explicó el edil. El pilar que es el principal argumento estético del puente, de más de 40 metros de altura, estaba previsto que se construyera con un ascensor... que no se llegó a colocar. Durante años el Ayuntamiento de Elche renunció a asumir la gestión, es decir, a hacerse cargo de él porque los técnicos no estaban del todo tranquilos con una infraestructura de estas características pero, finalmente, el equipo de gobierno accedió a ello y asumiendo el puente también asumió los gastos de mantenimiento. Cada día pasan por él 13.000 vehículos, según fuentes municipales.
