Un 8% de los pacientes que superaron el covid y tuvo secuelas tras recibir el alta ha continuado con problemas físicos y neurológicos hasta seis meses después de contagiarse, e incluso hay casos de personas que un año después de contraer el virus siguen manifestando síntomas asociados al contagio.
Estos son los resultados que están obteniendo desde el departamento de Enfermedades Infecciosas del Hospital General de Elche, desde donde se puso en marcha al principio de la pandemia una unidad de seguimiento para saber más acerca de los estragos que deja el virus a corto, medio y largo plazo en el cuerpo de aquellas personas que sufrieron la enfermedad. Sólo en este hospital han sido atendidos más de 1.700 contagiados desde el principio de la crisis sanitaria.
Mar Masiá, jefa de Enfermedades Infecciosas del Hospital General de Elche, es la encargada de coordinar todos los casos y analizar qué ocurre en cada uno de ellos para documentarlo. Ahora este análisis ha quedado por escrito y está pendiente de revisión para que pueda aparecer en revistas científicas.
La especialista explica que esta unidad, de la que no disponen todos los departamentos de salud, realiza encuestas periódicas a aquellos que estuvieron hospitalizados y también atienden a personas que pasaron la enfermedad sin necesitar ingreso hospitalario pero que tras pasar las semanas o meses notan que sus síntomas persisten.
Hasta un 8% del total que registra secuelas poscovid tiene diferentes síntomas moderados y severos medio año después de recibir el alta. Entre ellos podría encontrarse cansancio, dolor de cabeza, persistencia de tos, problemas para respirar y algunos casos más extremos como trombos en partes sensibles como los pulmones o incluso en el corazón, una complicación preocupante para el ámbito sanitario. «No se les puede dar el alta como con otros virus. Llevamos un año y todavía hay gente con síntomas, que no están bien, por lo que hay que hacer seguimiento», apunta esta profesional. En cuanto a los casos de trombosis se han producido entre un 5% de los diagnosticados con el virus que fueron atendidos.
El impacto psicológico también es evidente tras contraer el virus, ya que una de las secuelas más habituales son estado de ansiedad y depresión, según exponen desde el departamento.
«Se dan alteraciones cognitivas y en la memoria. Todo esto es una enfermedad que todavía desconocemos, no tenemos todavía suficiente conocimiento sobre cuál es su historia y los pacientes necesitan asistencia sanitaria después de la hospitalización», apostilla Félix Gutiérrez, responsable de Medicina Interna del Hospital General.
Al hilo, resalta que con este seguimiento se ha observado «que hay predictores que pueden indicar en qué pacientes se producen con más persistencia los síntomas.
De este estudio también desprenden que el 60% de quiénes tienen secuelas varios meses después son mujeres, frente a un 40% de varones. Según Masiá, la respuesta a esta variable puede atender «a una cuestión hormonal o intensidad de la afectación».
Por otro lado, detectan que «una peor respuesta de anticuerpos también se asocia con que tengas más síntomas persistentes» y entienden, además, que la gravedad de la enfermedad se asocia con que perduren más o menos tiempo los síntomas.
Otra cuestión a parte es por qué hay jóvenes sin patologías previas que han sufrido de una forma muy severa la enfermedad y por qué se da el caso contrario, como pueden ser grupos de riesgo como ciertos ancianos que han superado la enfermedad de forma asintomática.
Desde este departamento explican que parece tener que ver con la respuesta individual al virus «y probablemente son factores genéticos que hacen que unas personas respondan de forma desproporcionada a la infección vírica», según la especialista.
En cuanto a personas reinfectadas, desde el departamento de Salud exponen que sólo se ha podido confirmar un caso hasta la fecha después de realizar un proceso complejo de secuenciación con análisis especifico del genoma del virus.
Según Masiá han tenido cinco pacientes que a los seis meses de estar ingresados dieron positivo de nuevo en una PCR, Sin embargo cuatro «no eran reinfecciones si no el mismo virus que había repuntado, que a veces ocurre que tiene pequeñas recurrencias, como que sigue latente pero al secuenciar era el mismo, parece que tiene que ver con la respuesta de anticuerpos».
Vacunación
Para los especialistas ahora la misión también es investigar los que se infectan estando vacunados. «Se han publicado casos de reinfectados en revistas científicas y lo que interesa es ver si esas personas lo hacen por diferentes variantes del virus, estaremos atentos», apunta el doctor Gutiérrez, que entiende que es importante la participación de todos los centros para conseguir macrodatos y monitorizar estrechamente los resultados.
En cuanto al avance de la situación epidemiológica, este experto confía en que la cuarta ola no sea tan intensa porque la inoculación de personas de mayor riesgo ha avanzado y una parte tiene ya «inmunización natural» por haber superado la enfermedad.
