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Los continuos reproches marcan en el pleno de Elche la defensa del trasvase Tajo-Segura

El equipo de gobierno culpa al PP de impedir una declaración institucional y parte de la oposición lamenta que se limite el debate

Pleno en el centro cívico de Candalix Antonio Amorós

Elche no ha tenido este lunes declaración institucional en defensa del trasvase Tajo-Segura. Y según a quién se le pregunte, la culpa es del PP o del PSOE. Lo que ha quedado claro durante la sesión plenaria es que ha prevalecido de nuevo el “y tú más” y el reprochar al contrincante los actos y decisiones que su partido a nivel nacional habría realizado en el pasado con respecto a este problema de caudales.

Para los socialistas, el problema vuelve a estar, como ocurrió el mes pasado con el intento de declaración institucional en defensa del calzado, que tampoco pudo salir, en el protagonismo y el ego del portavoz municipal, Pablo Ruz, en tener su minuto de oro. Para el PP y Vox, en cambio, son los socialistas los que no quieren escuchar críticas a su gestión a nivel nacional con respecto al tema del agua y por eso el alcalde no contempló la posibilidad de una declaración institucional con intervenciones, algo que a juicio de Carlos González rompía la tradición, incluso en el Congreso y Senado, porque de lo que se trata es de mostrar una voz unánime de todos los grupos municipales, sin fisuras.

Tres mociones

La sesión partía con tres mociones en defensa del Tajo-Segura por parte de Compromís, PSOE y PP. El alcalde invitaba a los distintos proponentes a retirar sus respectivas mociones en favor de una declaración institucional única, algo que ya se había intentado en la junta de portavoces. Todos dijeron que sí, pero el PP puso como condición no que hubiera no debate, sino intervenciones posteriores con los tiempos que marcara la presidencia del pleno.

“Hay una tradición en los últimos años, que es identica a la del Congreso y el Senado, y es que en ninguna declaración institucional ha habido intervención”, informaba Carlos González, quien intentaba convencer a Ruz. “Una declaración institucional no es un debate. Un debate es lo que se propicia con las mociones. Creo que llevar a cabo el debate es poner encima la discrepancia. Le pido a su grupo que hagan un esfuerzo de flexibilidad y hagamos una declaración institucional. Es la voz única del Ayuntamiento, la que le propusimos en la junta de portavoces”, insistía el primer edil, consciente de que el PP no iba dar a torcer el brazo.

“Sí a la declaración, no con debate, pero sí con intervención”, de dos minutos concretaban incluso posteriormente desde las filas populares, mientras el alcalde lamentaba que se tratara de romper “la regla inveterada”.

El alcalde reiteraba: “Las declaraciones institucionales son declaraciones únicas y solo hay una voz y es la de todos. No hay unanimidad porque el PP no lo propicia, lo obstaculiza”. Ruz tachaba luego de surrealista la situación.

Sin acuerdo por tanto, el PSOE, a través de Héctor Díez, se ofrecía entonces a renunciar a su moción a cambio de presentar una enmienda a la de Compromís, algo que sí se aceptó por parte de su socio de gobierno.

En el debate posterior, el edil no adscrito Eduardo García-Ontiveros señalaba que el tema del agua es un asunto jurídico y que se podría ganar en los tribunales, Compromís recordaba que los caudales garantizan la supervivencia del Camp d’Elx, Cs lamentaba no poder contar con una declaración institucional, mientras que Vox anunciaba que iba a apoyar esta moción de Compromís, pero matizando que era “la peor de todas”. “Creo que sí era necesario debatir. ¿Por qué ese ímpetu por no escuchar nuestra voz?”, indicaba Aurora Rodil, en este caso compartiendo postura con el PP.

En su primer turno de palabra, Pablo Ruz abrió definitivamente la puerta a los reproches introduciendo que en el tema del agua el problema llegó con Zapatero y que el alcalde de Elche, cuando fue diputado nacional, votó a favor de la validación de la derogación del trasvase del Ebro. “Hay 15 trasvases en España. ¿Por qué solo hay problemas en el Tajo-Segura. Por puro sectarismo ideológico”, añadía el líder popular.

El socialista Héctor Díez, en su turno de palabra, recordaba que el Tajo-Segura es irrenunciable “y así lo entendemos todos los grupos municipales. Y si es así, ¿por qué se fuerza este debate donde prevalecen las diferencias frente a lo que queremos todos: que el agua llegue señor Ruz? ¿No hemos aprendido que las guerras del agua no han traído nada bueno. Las guerras partidistas deberían formar parte del pasado. ¿Por qué usted señor Ruz pone el acento en la discrepancia?”, remarcaba.

Falta de unidad

Díez daba una puntilla más: “Pensando en ustedes, en el PP de Elche, ¿cómo es posible que el alcalde popular de Caravaca de la Cruz venga a Elche a mostrar unidad con el calzado, y usted, desde Madrid, no en este asunto? Usted solo quiere aquí su minuto de gloria, aprovechar para rajar de Zapatero. Antepone la intervención frente a la unidad de todos. El mes pasado el calzado, ahora el trasvase, ¿que será lo siguiente?”.

“Usted antes que nadie”, añadía Héctor Díez, a la vez que le pedía al PP altura de miras. “Aquí no hay declaración institucional porque el señor Ruz tiene que intervenir. Trasvase sí, pero utilizarlo como arma arrojadiza no”, concluía.

Felip Sánchez, en nombre de Compromís, pedía al PSOE de paso que eliminara el “tasazo” de Rajoy y que los regantes dejen de pagar el agua aunque no la reciban. “Hay que dejar de lado los personalismos y preocuparnos por la gente que vive de sus cultivos”, expresaba.

En un segundo turno, Aurora Rodil interpelaba al PSOE: “¿Sabe por qué debatimos hoy? Porque no les creemos para nada. Defienden a los regantes de la boca para afuera. Ustedes demonizan a los agricultores, los consideran explotadores y contaminadores”.

Pablo Ruz aseguraba a Compromís que el “tasazo” está regulado desde 1980 con Adolfo Suárez como presidente; y al PSOE, que las “guerras del agua siempre se abren cuando ustedes llegan al Gobierno. Llegan al Gobierno de la nación y destruyen lo pactado, y esto lo saben los agricultores".

"Para qué queremos tener un diputado nacional si no podemos conseguir nada. No vamos a estar en ninguna batalla, ustedes son enemigos de los trasvases de la provincia”, declaraba en el pleno.

Ante esta intervención Héctor Díez consideraba “algo pretencioso tratar de arrogarse la verdad, pero lo que están son los hechos. ¿Dónde estaba el 8 de marzo de 2018? Este equipo estaba en Madrid, reclamando el trasvase ante Rajoy”. El socialista le reprochó que entrara en contradicciones, que utilizara el trasvase como arma arrojadiza y, dejando de lado el enfrentamiento, señaló que lo que se persigue es agua para siempre, hacer inversiones en cabecera o asuntos como regular el agua desalada.

Finalmente, PSOE y PP retiraban sus mociones sobre el trasvase y todos los grupos municipales apoyaban la de Compromís con la enmienda del PSOE.

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