Tres años han pasado desde que Marian Aracil presentó la primera de nueve quejas en la Diputación provincial para que se ataje un problema de seguridad vial en El Altet que, asegura, les está complicando la vida a varios vecinos desde entonces. No pueden ni bajar la basura tranquilos.
Según narra esta residente, el conflicto parte de 2018 cuando el órgano provincial decidió acometer unas obras en la CV-849, carretera que comunica a El Altet con Elche y Torrellano bordeando al aeropuerto. Los trabajos consistían en hacer más amplios los carriles de doble sentido y diseñar un carril bici, pero esta modificación trajo consigo un cambio en el trazado del vial que ahora lo ha convertido en más peligroso en un tramo de su recorrido, ubicado a apenas medio kilómetro de la Parroquia San Francisco de Asís, una de las entradas al núcleo urbano de la pedanía.
Según narra Aracil, lo que durante 50 años ha sido una recta con cambio de rasante, ahora se ha convertido en una curva que, acompañada de ese mismo cambio de rasante, despista a los conductores porque se encuentran unos pivotes al subir la cuesta y el acto reflejo de algunos es girar pensando que se trata de un obstáculo porque no hay ninguna señal que advierta de lo que se va a encontrar el conductor.
Esa desviación en el trazado ya ha provocado, al menos, un accidente de envergadura que Aracil vio de muy cerca. En octubre de 2018 un conductor circulaba por la zona y al llegar a este punto terminó perdiendo el control al dar un volantazo porque creyó que los pivotes eran un obstáculo.
El coche terminó estrellado en la puerta de entrada de la finca familiar de esta vecina destrozándole la verja y el muro exterior. Según relata Aracil, por suerte el conductor no tuvo heridas de gravedad y pudo comunicar a los agentes de policía que le pilló por sorpresa esa curva porque conocía desde hace años ese trazado pero no había pasado antes desde que se hicieron las obras.
Por ello, los residentes exigen medidas preventivas como un resalto de reducción de velocidad y que se señalice la presencia de esta curva, ya que la mayoría de conductores se saltan el límite de 60 kilómetros por hora. Explica que ahora resulta más peligrosa también la vía para el peatón porque hay vecinos que tienen que cruzar para tirar la basura al otro lado y al ser más ancho el vial tardan más tiempo en cruzar, y han visto varios casos de atropello de mascotas.
