En relación al artículo aparecido hoy en INFORMACIÓN, dice que sesenta profesores de historia apoyan un manifiesto para la retirada de la Cruz de los Caídos.
Respeto el apoyo de estos profesores, pero por ejemplo, a mí nadie me ha consultado si quiero que quiten este monumento.
En lugar de destapar este caso que puede herir sentimientos de muchos ilicitanos, sería necesario reconsiderar estos casos y dejar las cosas tal cual están. En más de una ocasión he querido fomentar la idea de una reconciliación definitiva organizando un acto para darnos un definitivo abrazo y olvidarnos de guerras y conflictos.
Sé que es difícil que estos sentimientos encontrados y avivados por los que quieren sacar tajada de él, se puedan olvidar.
Hay que hacer esfuerzos, muchos esfuerzos. España es una nación que se ha modernizado en las últimas décadas y los políticos se deben ocupar de hacer cosas beneficiosas para la población.
He viajado por muchos países y me llamó la atención contemplar el monumento que levantaron en Estrasburgo, con dos soldados abrazados sin ninguna clase de armas ni símbolos. Estos soldados simbolizaban el conflicto de la zona, en cuya mencionada región en más de una ocasión se hablaba en francés o alemán según se hubiera firmado la Paz en uno u otro lado de la frontera.
Los profesores dicen que es «una falacia porque no existe ningún documento histórico que demuestre que la cruz es de los dos bandos». Dejemos que ese documento quede sellado en nuestro corazón y un abrazo.