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Un aparcamiento consentido de más

Vecinos de San José y El Raval piden una regulación de vehículos junto a la ladera del río por el peligro que suponen y por el impacto ambiental

Coches aparcados en los márgenes de la ladera del río a la altura de El Raval. | ANTONIO AMORÓS

Son las ocho de la mañana de un lunes, un martes o cualquier día laborable y empieza el caos. Un ajetreo constante para llevar a los niños al colegio, llegar al puesto de trabajo a tiempo y entrar a la universidad sin retrasos. Tras varios minutos de desesperación surge la pregunta del día: ¿Dónde aparco? Los barrios de San José y El Raval son dos de los núcleos residenciales más complejos de la ciudad para estacionar de forma fácil y sin que uno se vuelva loco dando vueltas.

Hasta el punto de que con el paso de los años se han ido improvisando aparcamientos que en realidad no lo son y que ponen en duda la preservación del entorno natural de la ladera del río y la seguridad del propio conductor. Sin embargo, están consentidos por la administración porque no hay señales que impidan su acceso.

El caso más acuciante es el de la calle Mohammed Al Safra, un vial a espaldas del asilo de San José y la Universidad CEU que supone la opción B para muchos conductores que no encuentran plazas en el barrio. Esta calle tiene la particularidad de que comunica con la ladera del Vinalopó.

El reto está en encontrar un hueco vacío entre los márgenes de la ladera ya que están invadidos por los de cuatro ruedas. A los conductores no les importa demasiado que en algunos tramos no haya si quiera ninguna barrera de protección entre la calle y el río, a excepción de algunos árboles.

Varios vehículos aparcados de forma irregular en la calle Mohammed Al Safra Antonio Amorós

Con lo cual la estampa repetida que se pueden ver hasta 50 coches aparcados de mala manera. Por tramos sólo cabe la responsabilidad individual de echar bien el freno de mano para que no haya sustos a varios metros de altura y ladera abajo.

María José Diez como expresidenta de la asociación de vecinos de San José reconoce que este es un problema instalado durante años que radica en que «es un barrio bastante antiguo, los edificios prácticamente no tienen aparcamientos subterráneos y las pocas zonas que quedan que se pueden habilitar son el acceso a las laderas del río, son zonas casi intocables y ahora hay muchos más coches con el CEU, porque los vecinos ya usaban esa zona de aparcamiento porque no hay nada en el barrio», apostilla.

Al hilo, recuerda que se ha pedido en varias ocasiones que el Ayuntamiento haga algo como poner vallas para evitar despeñamientos. Varios residentes relatan, además, que este tipo de protectores serían importantes «para prevenir consecuencias tras una subida del agua o una tormenta como Filomena que arrase con vehículos», señalan.

Hay tramos donde aparcan los coches donde no hay ninguna valla de protección desde la ladera del río Vinalopó Antonio Amorós

En este punto fuentes municipales reconocen que no se trata de una zona regulada para aparcar y que no se ha intervenido de una forma continua ya que sólo se han puesto algunas barreras de madera que no cubren todo el itinerario donde se aparca.

Desde El Raval también sienten que durante años se han consentido aparcamientos que están degradando el entorno de la rambla junto a la ladera. Pueden verse también más de medio millar de coches a diario. Reme Pomares, presidenta del colectivo vecinal en este barrio evidencia que «hacen falta muchas campañas de concienciación y campañas desde pequeño para hacer un cambio de paradigma de ciudad, porque no puede acoger más coches físicamente».

Como residente presupone que a sólo unos metros del río no se ponen limitaciones para aparcar «porque no se han creado otras opciones». Al hilo, entiende que una de las soluciones podría ser la implantación de aparcamientos disuasorios.

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