El interés de la Universidad CEU-Cardenal Herrera por el edificio Capitolio de la céntrica calle Trinquet, emblemático inmueble que hasta hace un año ocupaba una tienda de la franquicia Zara, es más que manifiesto. Prueba de ello son las avanzadas negociaciones que mantiene la institución académica con el grupo Inditex de Amancio Ortega. El problema que tiene esta operación es que para que el CEU amplíe sus instalaciones en Elche es primordial que aumente su oferta formativa. La primera intención de la universidad es ofrecer Odontología en el plazo de tiempo más corto posible. Pero, hasta que esta operación no se resuelva, la compraventa del edificio que ocupaban los míticos cines Capitolio no se podrá llevar a cabo y se mantendrá en el paréntesis actual.
La apuesta inicial del CEU para el inmueble de la calle Trinquet es impartir allí Odontología. La universidad lleva más de dos años trabajando en el proyecto de ampliar sus estudios en Elche con este grado. En una de sus visitas a la ciudad, su rector, Vicente Navarro de Luján, fue el primero en hacer públicas las intenciones. «Queremos implantar Odontología, para lo que necesitamos las instalaciones y la clínica adecuada», manifestó a este diario.
La titulación ya se imparte actualmente en el centro del CEU en València, unos estudios con los que no cuentan ninguna de las dos universidades públicas de la provincia, ni la Miguel Hernández de Elche ni la de Alicante. Desde la institución académica creen que están haciendo frente a demasiadas trabas burocráticas y administrativas para iniciar el grado. «Lo menos problemático son nuestros órganos internos. Pero también tenemos que pasar por la Agencia Valenciana de Evaluación y conseguir un permiso expreso de la Generalitat. Y luego pedir otro permiso también a la Aneca», añadió Navarro de Luján.
Al margen de ampliar su cartera de títulos, el otro objetivo que persigue el CEU con la adquisición del inmueble de la calle Trinquet es el de mejorar sus atractivos para captar más estudiantes en el extranjero. «Contamos con muchos alumnos de Europa. Nuestro propósito ahora es llegar a nuevos mercados, como el de Asia y el de América del Sur y México. En este segundo mercado el problema con el que nos encontramos es que estos estudiantes suelen preferir centros de Estados Unidos», explica el director del CEU en Elche, Paco Sánchez.
La apuesta por la internacionalización se refrenda en los datos del presente curso, en el que 500 de los 1.700 alumnos con los que cuenta la universidad son extranjeros. El año académico ha comenzado con 600 nuevos matriculados, lo que supone un incremento del 7% respecto a las matrículas del curso anterior. Dos de los países que tienen una mayor vinculación son Francia y Suiza, ya que suman cerca de un centenar de jóvenes matriculados.
Apuesta clave
En una reciente visita a Elche, el director general del CEU, Javier Tello Bellosillo, explicó los planes de internacionalización de la universidad en la ciudad ilicitana, considerados como una apuesta clave y estratégica: «Más del 20% de nuestros alumnos aquí son de fuera. Esto ofrece un ambiente bueno porque lo importante de la universidad es la experiencia que se vive en ella. Un campus internacional ofrece un enriquecimiento enorme».
Desde el CEU en Elche aseguran que en el Ayuntamiento existe un fuerte interés en que la operación de compraventa del inmueble del grupo Inditex salga adelante. En el equipo de gobierno que dirige Carlos González también están muy pendientes de que otra operación de estas características e importancia, la instalación de la UMH en el Aula de Cultura de la Glorieta de Fundación Mediterráneo, llegue a buen puerto. El propio alcalde es consciente de que para la recuperación del centro, una zona que ha recibido grandes críticas en los últimos años por su falta de actividad y pérdida de comercios, es clave que las dos universidades estén presentes en sus calles.
Estos planes entroncan con la hoja de ruta que se está siguiendo a nivel municipal para la revitalización del centro. Este proyecto cuenta con la peatonalización de la Corredora y la Plaça de Baix como buque insignia y tiene otros argumentos, como la resolución del entuerto del Mercado Central o la reapertura de negocios que se está produciendo.
