Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los socavones de Porfirio Pascual obligan a hacer un estudio por el delicado estado de la ladera

Los socavones ponen en guardia al Ayuntamiento al coincidir la zona con el colegio cerrado por problemas con la cimentación y con los hundimientos del Bimil·lenari - Mantenimiento trabaja en el problema desde hace un mes

El detalle de uno de los agujeros aparecidos en este barrio de Carrús, cerca de la ladera. | ANTONIO AMORÓS

Dar una solución a los socavones de seis metros aparecidos en Carrús, junto a las viviendas de Porfirio Pascual, zona más popularmente conocida como la «rata», va a ser una cuestión, en principio, lenta y compleja. El Ayuntamiento ha visto necesario hacer un estudio del terreno donde se han producido estos llamativos hundimientos antes de poder taparlos y antes de realizar cualquier obra al situarse en una zona delicada de la ladera del Vinalopó, un suelo que se originó con rellenos de escombros, donde además en el pasado hubo cuevas que se utilizaban como viviendas.

Los socavones que se han abierto en Porfirio Pascual, en la pista de petanca. | ANTONIO AMORÓS

La Concejalía de Mantenimiento asegura que lleva semanas trabajando para tratar de resolver estos agujeros, detectados el 28 de enero desde que los vecinos dieron aviso a la Policía Local, y denunciados por el PP el pasado viernes. Todo apunta a que podría haberse generado algún tipo de cavidad bajo tierra por una bolsa de aire, según el edil del área, Héctor Díez.

Sin embargo, el Ayuntamiento a simple vista no puede descartar ninguna hipótesis, más allá de saber que detrás de este problema no hay ninguna avería relacionada con las tuberías de aguas, al haber realizado ya Aigües d’Elx una inspección subterránea.

Por ello, esta semana está previsto que técnicos municipales y externos vayan a realizar una comprobación en la zona para, a partir de ahí, tal y como explica el concejal socialista, determinar qué estudio geotécnico es necesario realizar y qué alcance va a tener el mismo.

Una vez se decida esto, el equipo de gobierno tendrá que ver la fórmula para contratarlo, con la intención de que se puedan acortar al máximo los tiempos para dar una solución al barrio, de ahí que por el momento sea imposible conocer ningún tipo de plazo.

Sin embargo, por los antecedentes que tiene esta zona tan próxima al río que fue creada «con materiales de mala calidad», recuerda Díez,y por las cuevas que hubo en estos terrenos antiguamente por familias con escasos recursos y por los problemas que están ocurriendo justo en esta margen del río, el Ayuntamiento ha visto motivos suficientes para tener que realizar un estudio antes de tapar directamente los socavones.

Ejemplo de ello es que el colegio Ausiàs March, emplazado también en la ladera este del río, tuvo que ser cerrado un día antes de que arrancara el curso académico debido a problemas en la cimentación del edificio que ponen en riesgo la seguridad en el mismo. Justo en esa línea, pero más arriba, el puente del Bimil·lenari también está dando problemas y ha obligado a tener que realizar varios estudios también geotécnicos para tratar de descubrir por qué se hunde el asfalto. En este punto, las últimas investigaciones descartaron inestabilidad en la ladera, pero sí que confirmaron que el mal relleno del terreno no ayuda para evitar los movimientos detectados.

Reubicación

Para la asociación de vecinos que representa a las 300 viviendas de Porfirio Pascual los socavones aparecidos evidencian el mal estado que sufre esta zona del barrio de Carrús, ya no solo las viviendas, sino también sus calles. Los residentes temen a que vuelvan a producirse más hundimientos porque muchas de sus aceras están agrietadas, tienen agujeros o están levantadas. Y por ello, urgen soluciones al equipo de gobierno.

La aparición de estos hoyos en una pista de petanca ha obligado al Ayuntamiento a tener que, en primer lugar cerrar ese espacio por seguridad y, en segundo lugar a habilitar otro frente al aparcamiento del colegio Ausiàs March para garantizar la continuidad a un club deportivo, que reunía cada día a más de 30 personas junto a los edificios de Porfirio Pascual.

Los vecinos, intranquilos, urgen una reunión

Porfirio Pascual ha sido el grupo de viviendas escogido por el Ayuntamiento para tratar de impulsar una rehabilitación si logra captar fondos europeos de la próxima convocatoria de los Next Generation. Así lo anunció el alcalde, Carlos González, el pasado viernes, quien cifró en diez millones de euros el importe máximo que pretenden conseguir para realizar una «reforma íntegra» de este grupo de 300 viviendas humildes. Sin embargo, después de los socavones aparecidos y de ver cómo el barrio se degrada a marchas forzadas, sus vecinos insisten que lo que quieren es reunirse cuanto antes con algún representante municipal para conocer al detalle qué va a ocurrir con el barrio y, sobre todo, para ser «tranquilizados».

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats