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Pimesa prepara los derribos de San Antón mientras estudia cómo realojar a 20 familias

La empresa municipal garantiza que antes de la demolición dará una solución a los residentes que han descartado marcharse a las nuevas viviendas por razones económicas - Las obras para tirar abajo cuatro edificios durarán medio año

Vistas a los antiguos edificios del barrio San Antón. | JOSÉ GARCÍA DOMENE

El Ayuntamiento ha dado luz verde a contratar el proyecto para derribar los cuatro edificios más degradados de San Antón, mientras ultima el realojo de 60 familias a los nuevos pisos sociales, donde Pimesa ha conseguido recientemente que otras diez adquieran una vivienda nueva. Para dejar completamente vacíos los inmuebles viejos, a la empresa municipal le queda buscar solución a una veintena de propietarios tras haber acreditado la mayoría que no puede permitirse comprar o que no están en disposición de marcharse.

La demolición que prepara afectará a los inmuebles 11, 12, 13 y 14 en las calles Pintor Benedito, Palombar, Alcana y Saoni y las obras durarán medio año. Sobre el inicio de las mismas, la edil de Urbanismo, Ana Arabid, declinó dar fechas, aunque garantizó que no se derribarán sin haber dado antes una alternativa habitacional a las familias que quedan.

No obstante, la previsión municipal es que entre finales de año o primeros de 2023 puedan empezar a tirar abajo estos bloques porque forma parte de proceso de regeneración del barrio, que ha contemplado la construcción de 284 viviendas, y en caso de no demolerlos el Ayuntamiento tendría que devolver las subvenciones recibidas de otras administraciones.

De momento, la empresa que se adjudique la redacción del proyecto, que es lo que acaba de aprobar el consejo de administración de Pimesa, por más de 43.000 euros, tendrá dos meses de plazo.

Paralelamente, la empresa pública está firmando los contratos con los futuros inquilinos del tercer edificio antes de visarlos en Conselleria y de realizar la entrega de llaves. En enero logró adjudicar a 61 familias un techo digno en los dos últimos edificios construidos y ha seguido con las gestiones para poder facilitar las viviendas que quedan al resto de vecinos que todavía quedan en los bloques más deteriorados. Una de las soluciones que ha encontrado el Ayuntamiento para no dejar a nadie en la calle va a ser ofrecer un alquiler social en esos pisos nuevos a las familias que no puedan permitirse pagar entre 36.000 y 49.000 euros por un piso con opción de plaza de garaje, aunque a esas cantidades se les descuenta entre 15.000 y 23.000 euros por su antigua vivienda.

Mientras tanto, el barrio ha asistido desde hace dos semanas al inicio de las obras del cuarto edificio que van a suponer 54 nuevas viviendas en nueve plantas de altura. No obstante, el comienzo ha coincidido con el temporal y los trabajos han tenido que detenerse varios días.

La mercantil tiene 52 millones de euros de patrimonio

La empresa municipal Pimesa obtuvo un beneficio neto de 43,6 millones de euros en 2021 y logró incrementar en 247.207 euros el resultado del ejercicio 2020. El importe neto de la cifra de negocios del año pasado ascendió a 8,3 millones de euros, constituyendo los ingresos de la actividad inmobiliaria un 33%, mientras que los derivados del área de movilidad urbana representan el 67%.

En el área inmobiliaria en 2021 destacan la venta de una parcela para uso industrial, dos viviendas y tres plazas de garaje. También aumentó ingresos por ventas de carburantes en L’Estació. Las inversiones realizadas por la sociedad ascienden a 4,2 millones de euros, principalmente por la construcción de los edificios de Elche Campus Tecnológico y el proyecto de San Antón. Su patrimonio neto es de 52 millones.

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