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La plaza de las Flores duplica su facturación desde que se retiraron las vallas del Mercado

Los comerciantes del céntrico entorno celebran la mejoría que han vivido sus negocios pero exigen celeridad al equipo de gobierno para que materialice el proyecto de ocio y gastronomía en el inmueble de abastos

Las terrazas de la plaza de las Flores han mejorado su rentabilidad durante el último año.

El 17 de marzo de 2021 no fue un día más para el Mercado Central y los comerciantes de la plaza de las Flores. Aquella jornada se retiró el vallado que durante más de cuatro años había estado rodeando al edificio de abastos. Las vallas metálicas afeaban aún más si cabe el deprimido aspecto de un céntrico entorno que tiene que soportar la degradación de un inmueble cerrado y que presenta un deterioro cada vez mayor. El balance doce meses después de aquella intervención es positivo, tanto en sensaciones, con un mayor tránsito de personas, como a nivel económico, ya que la facturación que presentan los establecimientos se ha incrementado en un 50%.

La apertura de nuevos establecimientos persigue potenciar el ocio en la franja nocturna. | MATÍAS SEGARRA

Los propietarios de los negocios, al tiempo que celebran los réditos que ha dado el último año el retirado del vallado, también esperan una segunda acción, aún más importante: la puesta en marcha del proyecto de cultura y gastronomía que anunció el alcalde el pasado 27 de diciembre y que permitiría regenerar el espacio que ocupa actualmente el Mercado Central cerrado. Los comerciantes, tanto los más veteranos en el entorno como los que han abierto recientemente con la promesa de que el proyecto municipal será un revulsivo, apremian al equipo de gobierno a acelerar los trámites para que la iniciativa de ocio se convierta en una realidad en un plazo de tiempo razonable y no quede empantanada entre interminables cuestiones burocráticas.

La peatonalización del entorno del centro facilita la presencia del público familiar. | MATÍAS SEGARRA

Uno de los últimos locales que ha abierto sus puertas en la plaza de las Flores, levantó la persiana hace tres semanas, es La galería del Pintón, un moderno local en el que se combinan los servicios típicos de un bar con los de un local de tatuajes. «De momento estamos a verlas venir con el proyecto del Mercado. Nos gusta mucho esta plaza y creo que entre todos los negocios que estamos aquí podemos reactivarla. Un espacio de ocio y gastronomía nos vendría de lujo, sería lo mejor para la zona», sostiene su gerente, Iván Cortés.

Los hosteleros reclaman ahora que el equipo de gobierno acelere el proyecto del Mercado. | MATÍAS SEGARRA

La mejor zona

Tanto este hostelero como el resto de los que han aportado su visión coinciden a la hora de señalar que han apostado por estar presentes en la plaza de las Flores al considerarla la que mejores condiciones ofrece en el centro de Elche, tanto por la cantidad de luz solar que recibe como por el hecho de que el espacio peatonal que conforma, junto a otros puntos emblemáticos, como las calles Corredora y Hospital y la plaza de la Glorieta, la convierten en un entorno ideal para el ocio familiar, sin que el tráfico suponga un riesgo para los más pequeños. Al respecto de esto, Cortés añade: «Llevábamos tiempo detrás de un local aquí. La puesta en marcha del proyecto del Mercado nos aportaría un valor añadido para potenciar el tramo entre la última hora de la tarde y la medianoche».

Posiblemente el hostelero más conocido de la plaza de las Flores sea Ángel Gea, de la cervecería Damasol. «Este último año sin las vallas ha sido maravilloso. Ya el día que hagan algo con el Mercado será la repera. Fue un error arrinconarnos con el vallado, daba miedo ver esto. Ni siquiera el equipo de gobierno sabe qué va a pasar con el Mercado, lo único que les pedimos es que hagan algo, ya sea una plaza de abastos, un parque u oficinas. Hagan lo que sea, nos dará más vida que un inmueble cerrado. Un espacio en pleno centro de Elche no puede permanecer tanto tiempo así», apunta el veterano profesional de la hostelería, quien también da el visto bueno a la apertura de nuevos locales en la plaza de las Flores: «Prefiero que las persianas estén levantadas, quien no se tome un vermú allí, se pedirá un café aquí».

Otro de los locales que ha abierto sus puertas el último mes en el céntrico enclave es el bar Amaranta. Su gerente, Sergio Jiménez, explica los motivos que le han llevado a apostar por esta zona, a la vez que muestra su incomprensión por el estado actual que presenta el Mercado: «Esta es una de las mejores plazas del centro de Elche, tanto por su ubicación como por la ausencia de tráfico. Ha estado mucho tiempo sin poder ser aprovechada por los ciudadanos y por los negocios. Llevábamos desde antes de la pandemia con la intención de conseguir un local aquí. A día de hoy, la situación del Mercado no se entiende, con un edificio en ruinas. El proyecto que han anunciado me parece perfecto, todo lo que sea aportar valor añadido es positivo. Por desgracia, el centro se ha quedado solo para la restauración y la hostelería, porque las tiendas han desaparecido. Si se llena de ocio y cultura, ganaríamos todos. Por eso pedimos al equipo de gobierno que se lo tome muy en serio».

Voces críticas

A diferencia de la mayor parte de sus compañeros de sector, Charo López, desde la cafetería Altamira, situada entre las plazas de las Flores y la Fruita, se muestra muy contrariada, tanto con la actuación política como con la realidad que viven los negocios: «Hasta que no pasen las elecciones del próximo año no se aprobará el proyecto del Mercado y, entre unas cosas y otras, llegaremos a 2025 sin que se haya hecho nada. Tampoco noto mucha más presencia de gente, algo los sábados por la tarde. Pero yo, que soy del oficio, sé que eso no nos llena la caja. Los que transitan por aquí son los mismos de siempre».

Al margen de este análisis, López también expresa su descontento con algunas de las principales apuestas municipales que están impulsando PSOE y Compromís. «¿Dónde aparca la gente?, ¿dónde están las mil plazas de aparcamiento que dicen que han creado? ¿En Carrús o en Torrellano? Nadie va a venir hasta aquí en autobús o en bicicleta. Para eso, se quedarán en el bar de la esquina de su casa. A mí ya me da igual, porque este año me jubilo, pero no veo ningún incentivo por dinamizar el centro de la ciudad», apostilla en su lamento.

Fuera de los negocios de restauración y hostelería, desde la barbería Gran Ducado, Rubén Morata, quien ya estuvo muy implicado en la negociación directa con el equipo de gobierno para que se retiraran las vallas del Mercado, ofrece su particular visión de todo lo que ha ocurrido en la plaza de las Flores durante los últimos doces meses: «Hemos recuperado unas cifras próximas a la normalidad, el resultado ha sido muy positivo. No se trata solo de la retirada del vallado, también hay que sumar el efecto que ha tenido la peatonalización de la Corredora y los nuevos locales que acaban de abrir. Consideramos que estamos en la mejor plaza de Elche y la puesta en marcha del proyecto del Mercado nos permitiría doblar nuestra rentabilidad. Hay que empujar para que esta iniciativa sea una realidad, porque ganaremos todos».

Nuevos locales con la vista puesta en la tarde y la noche

En el último mes han abierto dos nuevos locales de hostelería en la plaza de las Flores, a los que hay que sumar las persianas que se han levantado recientemente en espacios como las Cuatro Esquinas o la calle Hospital. Estas aperturas persiguen la creación de un nuevo eje, cuya franja principal de explotación sería la que va entre la última hora de la tarde y la medianoche, dando paso después a las zonas clásicas del ocio nocturno. Otro vector dinamizador llegaría si se materializa la apertura de la sede de la Universidad en la Plaça de Baix.

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