La producción de aleluyas baja más de la mitad en algunos talleres de Elche debido al excedente de estampas de 2019 cuando las lluvias impidieron que la Mare de Déu saliese en procesión. Aquel 21 de abril la celebración del Domingo de Resurrección se tuvo que desarrollar en el interior de las basílica de Santa María, por lo que las calles no se llenaron de color como habitualmente, y muchos ilicitanos guardaron sus estampas.
Se cumplen tres años desde la última vez que esta procesión se desarrolló con normalidad, por lo que el parón por la pandemia ha avivado la ilusión de volver a comprar estas láminas de colores como manda la tradición para honrar a la Mare de Déu y a Cristo Resucitado. En 2020 y en pleno confinamiento una buena parte de los fieles colocaron las papelinas de colores en sus balcones, y quiénes no tenían se las confeccionaron.
En Elche pocos son los talleres que se dediquen a confeccionar estas singulares estampas. Pascual Segarra es la tercera generación de artesanos que desde 105 años llenan de color las calles. Como propietario de la imprenta Segarra apunta que unas tres semanas antes de la celebración ya se entregan los pedidos, y están a punto de servir los últimos al Ayuntamiento.
Señala que esta campaña es "rara" porque muchos clientes guardaron el género que no pudieron usar la última vez, en 2019. En esta ocasión han editado dos millones de aleluyas, cuando el número habitual ronda los seis millones.
Explica que han perdido un punto de venta muy fuerte como era el de la papelería Segarra, de la misma familia y en plena Corredora, que cerró durante la pandemia, aunque esta vez disponen de unos 11 puntos de venta en papelerías y kioscos que hay en el recorrido de la procesión. También venden en Santa Pola y están tratando de llegar a La Vila e incluso a Ibiza. En Elche que cada vez más establecimientos se animan a vender aleluyas para ampliar los horizontes comerciales.
En cuanto al diseño, desde esta imprenta apuntan que siempre hacen aleluyas clásicas con las imágenes de Cristo Resucitado, la Virgen de la Asunción y el Corazón de Jesús, en homenaje a Ginés Román como párroco de esta iglesia durante décadas. Al hilo, también suelen incluir la imagen de San Pascual y ofertan la colección de la pintora ilicitana Pepa Ferrández, que tiene otra estética.
Optan, sin embargo, por no incluir imágenes de pasos "porque entendemos ese día como alegría y celebración, por ello no solemos poner imágenes de la Piedad o Cristo crucificado", narra Segarra. Al hilo, asegura que la gente tiene muchas ganas por acudir a la procesión, que confía que se celebrará con normalidad sin inclemencias meteorológicas, a diferencia del Miércoles Santo.
Emilio Rodríguez, de la papelería Atlas, indica que llevan cuatro décadas vendiendo aleluyas. Han recibido medio millón de ejemplares, número similar al de otros años, y especifica que los paquetes traen 16 imágenes surtidas en ocho colores distintos.
Desde mediados de marzo tienen las aleluyas a la venta y las promocionan en sus escaparates. Hay sábados que abren porque notan que la gente tiene "muchas ganas y cuando las ven lo hacen con alegría de volver a tirarlas después de tanto tiempo", indica.
