Tras pasar más de dos décadas en su histórica sede de la travesía de San Joaquín, la Fundación Elche Acoge se ha visto obligada a trasladarse a unas nuevas instalaciones, más amplias y modernas, ubicadas en el número 53 de la calle Doctor Sapena. Este cambio se produce, principalmente, porque ha aumentado la cantidad de personas a las que tiene que atender la organización, a la vez que ha ampliado su número de líneas de trabajo para poder dar respuestas a la crisis social y económica provocada por la pandemia y a la crisis más reciente causada por la invasión de Ucrania y su repercusión en el coste de la energía y las materias.
Aunque Elche Acoge ya está trabajando en sus nuevas instalaciones, en las que ofrece atención al público y sus servicios habituales, la inauguración oficial tendrá lugar el próximo viernes, día 29, a partir de las 19 horas. La entidad contempla el traslado a las nuevas instalaciones como un importante hito en su trayectoria de ayuda en la ciudad. «En los últimos años nuestro equipo técnico ha crecido y era necesario materializar un cambio en nuestro espacio de trabajo. El nuevo local es mucho más amplio y tiene mayor capacidad, lo que nos permitirá seguir creciendo», apuntan desde la organización ilicitana.
Barrio de Carrús
El resto de los servicios y actividades que se desarrollan en el barrio de Carrús continuarán teniendo lugar en la ubicación de siempre, situada en la calle Arturo Salvetti Pardo. Este mismo jueves, sin ir más lejos, tuvo lugar allí la celebración del «iftar», la ruptura del ayuno diario durante el mes del Ramadán. El acto se convirtió en una celebración comunitaria con los vecinos con el objetivo de sensibilizar a la población en favor de una convivencia intercultural y de vencer los prejuicios y estereotipos en torno a los musulmanes.
En la actualidad, a causa de la invasión de Ucrania, desde Elche Acoge se ha atendido a más de medio centenar de familias que han tenido que abandonar el país del este de Europa por el conflicto bélico. A estas personas refugiadas se les ayuda con la prestación de una serie de servicios, entre los que destacan las clases de español, tanto para adultos como para niños. Pese a que ahora la atención se centre en la guerra, en Elche Acoge siguen asistiendo igual al resto de migrantes.
